Joaquín Prado (Oviedo, 1976), seleccionador nacional sub-20, es un clásico del baloncesto español. Dirigió al Gijón en la LEB; fue entrenador ayudante en el CB Murcia, de la ACB; entrenó a Lleida, Navarra y Palencia en la LEB Oro; y, al tiempo que entrenaba profesionalmente a todos estos clubes, ha llevado a cuatro selecciones nacionales de categorías inferiores y ha sido entrenador ayudante de Sergio Scariolo en la absoluta en las últimas ventanas clasificatorias para el Mundial de China. El domingo consiguió una meritoria medalla de plata tras perder la final (92-84) del campeonato de Europa sub-20 ante Israel, equipo anfitrión. La pasada temporada coordinó las categoría inferiores del Lleida, ciudad en la que reside. Si no llega una oferta irrechazable, volverá a hacerlo en la próxima. Eso sí, antes pasará un par de semanas en Asturias a tomar aire, descansar y cargar pilas para el nuevo curso.
- ¿Qué valoración hace del campeonato?
-Buenísima. Una experiencia preciosa a pesar de que hemos tenido contratiempos como la lesión de Joel Parra. Es mi cuarta experiencia como primer entrenador en una selección de categorías inferiores y la sexta en total, contado las que ha estado como ayudante, y ésta será difícil de repetir. El ambiente fue buenísimo, hemos jugado muy bien, aunque nos quedó el regusto amargo de perder la final.
- ¿Cómo fue la experiencia en una final ante tanta gente y todos volcados con Israel?
-Somos competidores y queremos ganar todo. Éramos conscientes de que era muy difícil ante el actual campeón y con ese ambiente. Fue una auténtica barbaridad, todo el país estaba volcado. El principal periódico de allí llevaba siete páginas del partido, la televisión israelí conectó cuatro horas antes de que empezara y se llegaron a pagar 600 euros por entradas en la reventa.
- ¿Qué puede decir de Josep Puerto e Ignacio Rosa, jugadores que estuvieron en el Liberbank Oviedo Baloncesto?
-Son casos diferentes. Josep Puerto se ha vuelto a sentir jugador (la pasada temporada tuvo unos graves problemas de espalda por los que dejó el Oviedo a mitad de temporada) y ha estado a muy buen nivel físico. Lo había pasado muy mal y ahora se ha demostrado a sí mismo que está bien. Tiene un gran futuro. Nacho (Ignacio Rosa) ha sido una de las confirmaciones agradables. Nos ha dado mucho desde el puesto de cuatro (ala-pívot). Era el único con el que no había trabajado y ha sido una experiencia buenísima. Los dos hablan maravillas de Oviedo y del Oviedo Baloncesto, algo que a mí me satisface mucho.
- ¿Hay futuro en el baloncesto español?
-Esta generación viene con empuje y fuerza. Muchas veces, hablando con Scariolo, comentamos que hemos tenido una generación, la de los '80 y los que vinieron después, de extraterrestres y que los de ahora son terrenales, pero que dentro de los terrenales son muy buenos.
- Liberbank Oviedo, Círculo Gijón, Gijón Basket, ADBA... ¿Cómo ve el baloncesto asturiano en estos momentos?
-Está en la mejor situación en mucho tiempo. Un equipo consolidado en la parte de arriba de la LEB Oro, como el Oviedo; un proyecto profesional en Gijón, que es una ciudad increíble para el baloncesto; el ADBA en Avilés... Pero, además de eso, hay una evolución del baloncesto de base y eso se debe al trabajo de los clubes y a la Federación Asturiana que preside Juan José Cachero, que está trabajando muy bien, creando ligas infantiles, la Liga Baby... Cada vez hay más niños y niñas en las convocatorias de las selecciones nacionales, más entrenadores asturianos y más árbitros. Para mí, como asturiano, es un orgullo.
- ¿Cómo valora la trayectoria del Oviedo en la LEB Oro?
-Es muy difícil lo que está consiguiendo y es una maravilla. Están arriba por méritos propios, son candidatos a todo y no tanto por su potencial económico como por su seriedad. El trabajo que hicieron Guillermo Arenas, Carles Marco, lo que hizo el año pasado Javi Rodríguez... Si siguen en esta línea no sería raro ver a Oviedo tocando la ACB. Sería un sueño para la ciudad estar en la ACB, un espaldarazo enorme. No sé si la ciudad se da cuenta de lo que supondría y del esfuerzo que están haciendo en el club con las circunstancias adversas a las que se enfrenta, con rivales con un apoyo económico e institucional muy superior.
- ¿Dónde le veremos el año que viene?
-De momento, en Lleida. El año pasado disfruté mucho con el trabajo de cantera, era la primera vez en 16 años que no entrenaba en un equipo profesional y, salvo sorpresa mayúscula, seguiré en Lleida. Tengo mi vida personal orientada ahí y, además, he podido colaborar con la Federación Española y vivir una experiencia maravillosa como la de las ventanas FIBA.
