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Torrecilla y Michu, los arquitectos de un nuevo asalto a Primera

Los diseñadores de las plantillas del Sporting y el Oviedo tienen en sus manos el futuro deportivo de ambos clubes

Torrecilla y Michu, los arquitectos de un nuevo asalto a Primera

Todo buen edificio necesita un diseño de nivel. Y mucho más si lo que se pretende es que el inmueble opte a algún premio. Esto es lo que ocurre -salvando las distancias entre la arquitectura y el fútbol- con los dos grandes equipos del balompié del fútbol asturiano. Oviedo y Sporting, Sporting y Oviedo, echan estos días horas extras en confeccionar sus plantillas con un mismo objetivo: volver a Primera, recuperar el sitio entre los escogidos que nunca -por historial y masa social- debieron perder.

Para volver al Olimpo del que fueron expulsados en su momento básicamente por pecados propios, los dos equipos más potentes del Principado se han puesto en manos de dos arquitectos con una trayectoria similar -de futbolistas a fichadores- y que únicamente difieren en la experiencia que da la edad: Miguel Pérez Cuesta, Michu, (Oviedo, España, 21 de marzo de 1986), y Miguel Montes Torrecilla (Morille, Salamanca, España, 22 de diciembre de 1969).

A Michu, tras foguearse en los despachos como secretario técnico la pasada temporada en el Langreo, le ha llegado la hora de la verdad. En sus manos está, supervisado siempre por México, el diseño de la plantilla carbayona que, al quinto intento, tratará de devolver a su Oviedo a la categoría de donde salió tras los complicados acontecimientos que se iniciaron en 2001 con el descenso a Segunda y que acabaron poco después con los azules con el barro hasta las rodillas.

La apuesta de Michu, reforzado por el apoyo de Joaquín del Olmo, hombre fuerte de Carso en la entidad azul, es clara: combinar la base de lo que queda del año pasado con los chavales de la cantera que brillaron en el Vetusta. Y todo ello complementarlo con fichajes llamados a marcar las diferencias en un claro "poco, bonito y barato".

De momento, el Oviedo lleva sumados tres nombres llegados más allá del Pajares para su causa: Javier Fernández, Sangalli y Arribas, que ayer aterrizó en Oviedo. Michu ha sido hombre clave en la llegada de los dos últimos, mientras que la de Fernández ya la dejó atada el anterior secretario técnico, Ángel Martín González. Mientras, en la secretaría técnica azul se sigue trabajando en la búsqueda de un delantero que aporte los más importante en el fútbol: goles y puntos. El deseado es Ortuño.

La operación sigue abierta en una partida de póquer en la que el Oviedo intenta que el Albacete, club que tiene los derechos del ariete, ceda y pague parte de la elevada ficha del punta. También se busca pivote y podrían llegar más incorporaciones en función del mercado. Michu, tipo discreto, está sorprendiendo en el club azul por su rápida capacidad de adaptación. Así lo admiten en la entidad. "Debutó" confirmando la continuidad de Saúl Berjón. Y también afrontó, amistad a un lado, la salida de Toché cuatro años después.

En el Sporting la manija de las decisiones deportivas la lleva Miguel Torrecilla. Verano en forma de examen para él, tras los dos anteriores fracasos del proyecto rojiblanco. El salmantino, que dejó atónito al entorno tras su declaración de intenciones para el curso que está a punto de arrancar a modo de coach en El Molinón, está logrando revertir la situación.

El cambio en la política de fichajes es evidente. Ya no hay cesiones -15 de sus 28 fichajes en las dos anteriores campañas- ni se apura hasta el último día de mercado. Verano nueva, vida nueva. Ahora la apuesta para el ascenso va por otros derroteros: recuperar jugadores de la casa. Tanto veteranos como noveles. Hay que presumir de Mareo. Por eso el Sporting realizó el mayor desembolso de su historia en este mercado por Manu García (4 millones de euros más otros dos si se asciende) y recuperó a Javi Fuego, buque insignia del proyecto. El siguiente será Borja López, criado en Mareo. Este verano, también, el consejo de administración del Sporting, a menudo en la diana de la afición, ha incrementado su influencia en los fichajes. Con Torrecilla forman un triunvirato el presidente, Javier Fernández, y el consejero, Ramón de Santiago. Destacadas son también las ventas. Dani Martín dejó cuatro millones de euros y Robin Lod, tras una decepcionante campaña, se fue por la puerta de atrás dejan dinero en caja: más de 300.000 euros. Inyecciones claves para mantener el tope salarial.

A día de hoy, a falta de Borja López, el Sporting lleva seis fichajes: Javi Fuego, Unai Medina, Álvaro Vázquez, Manu García, Damián Pérez y Marc Valiente. Está por llegar Borja López, que se espera cerrar esta semana. Destacada es la llegada de Álvaro Vázquez, para acompañar a Uros en el frente de ataque. El delantero era pretendido por varios equipos de Segunda y Torrecilla se adelantó. Tras la incorporación de Borja, si queda dinero en las arcas, se podría afrontar las llegadas de un extremo izquierdo y un portero. Aunque todavía no está claro, como admitió el presidente en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA.

Michu y Torrecilla, pues, son los arquitectos de los proyectos más importantes del fútbol asturiano. En sus decisiones, avaladas siempre por los jefes, estará el destino de miles de aficionados de ambos bandos, que otra vez, por tercer año consecutivo, coinciden en el escenario y en el objetivo: volver a Primera División y, además, para la piquilla popular quedar por delante del vecino en la clasificación. Hagan juego.

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