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Misión cumplida: conquistar los Alpes

"Era un sueño que teníamos desde hace años", afirman el veterinario leonés Roberto de Paz y el gijonés Rafael Viña tras su ascenso al Mont Blanc por su cara más codiciada

Misión cumplida: conquistar los Alpes

"Es una de las seis caras norte más codiciadas, la que más fama tiene a nivel europeo", indica Roberto de Paz sobre el Espolón de la Punta Walker, situado a más de 4.000 metros de altitud sobre la línea fronteriza de Italia y Francia. Este veterinario leonés, residente en Cangas de Onís desde hace más de veinte años, es un apasionado de la escalada y acaba de regresar de su última experiencia en la cordillera de los Alpes. Allí, junto a su amigo y compañero de aventuras, el gijonés Rafael Viña, ha alcanzado la cima más alta de las Grandes Jorasses en el macizo del Mont Blanc. "Es una meta, un sueño que teníamos desde hace años", asegura De Paz, quien posee el título de guía profesional de escalada.

Un objetivo marcado en su ideario de alpinista que vio la luz el pasado 19 de julio, cuando partieron los dos escaladores desde Cangas de Onís hasta el lado francés de la Punta Walker. "Este año, como hubo condiciones secas en la zona, nos decidimos a realizarlo", precisa el montañero, quien tardó cuatro días en alcanzar la cima por la vía Cassin. "El primer día llegamos hasta Chamonix, donde nos ayudó un guía español que nos encontramos", puntualiza el veterinario aficionado a la escalada.

A la mañana siguiente de su llegada a territorio galo, la pareja de amigos emprendió la subida hasta la cumbre. A través del glaciar de la Mer de Glace, alcanzaron la pared vertical de 1.200 metros. "Tras pasar una noche junto al hielo, empezamos la escalada, aunque con irregularidades", sostiene De Paz, añadiendo que "hubo un desprendimiento de rocas que pudo terminar en una desgracia". Durante el transcurso, "muy duro, con dificultades de hasta sexto grado", tuvieron que ingeniar un vivac (acampada improvisada). "Dormimos en la pared de la montaña en una repisa pequeña en la que deshicimos un poco de nieve", subraya el escalador.

Sin embargo, a pesar de los obstáculos acaecidos en su ascensión, De Paz y Viña alcanzaron la cumbre de la Punta Walker el día 23. "Estuvimos poco tiempo en la cima, solo media hora", apunta el alpinista, que apuró su descenso por la vertiente italiana de la montaña. A su juicio, la bajada por el lado transalpino es "complejo, ya que se pasan por zonas delicadas de nieve por debajo de seracs (grandes bloques de hielo fragmentados)". Finalmente, el descenso culminó en el refugio Bocalatte, donde pernoctaron. "Llegamos entre las 10 y las 11 de la noche", afirma el montañero, quien agradece al guarda del establecimiento el trato recibido.

Con esta nueva aventura, Roberto de Paz amplía su largo historial de vivencias como alpinista. "He escalado en números lugares del mundo, como Pakistán, los Andes y el Himalaya", señala. Su experiencia le ha llevado incluso a colaborar con Jesús Calleja como especialista. "En el programa de 'Desafío extremo' abrimos una vía en Siberia", agrega el escalador, quien también compartió escena televisiva con el famoso aventurero en otros enclaves como los Picos de Europa y Noruega.

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