Madrid, Área 11

Segunda derrota del Marino. El partido se puso de cara muy pronto para los de Oli, que se adelantaron con un penalti transformado por Álex Arias. Pero la reacción de los de Raúl fue fulgurante y, en apenas media hora, establecieron el 3-1 a la postre definitivo. Pese a que los luanquinos no bajaron los brazos y gozaron de ocasiones para recortar distancias en la segunda mitad, el resultado ya no se movería. Primer triunfo de Raúl González como técnico castillista.

Comenzó el partido loco, y así continuaría durante buena parte del primer tiempo. Sin tiempo para tanteos, un inocente penalti por manos del lateral Sergio López permitió a Álex Arias, que entraba en el once tras cumplir un partido de sanción pendiente de la anterior campaña frente al filial atlético, inaugurar el marcador con un chut raso y seco que no engañó a Belman. Quizá llegó demasiado pronto el gol, pues el Castilla comenzó a asediar la portería luanquina hasta conseguir voltear el marcador.

Chechu Grana conseguía despejar un intencionado cabezazo de Pedro, que poco después estrellaba en el lateral de la red un medido servicio del sierense Álvaro Fidalgo. El empate llegaría antes del cuarto de hora, en una falta botada magistralmente con la zurda por Baeza y cabeceada por Pedro desde la frontal del área pequeña. Dos minutos después, Emilio Morilla desviaba el balón hacia su propia portería, en pugna con el ariete blanco, firmando involuntariamente el segundo gol de los de Raúl.

En plena avalancha del filial, que combinaba rápido y pisaba área con frecuencia, de nuevo Grana se estiraba para desbaratar un buen remate de Fidalgo. Pero no pudo hacer lo mismo con otro de Baeza, que recibió en la media luna del área, avanzó sin oposición y coló el esférico lejos del alcance del cancerbero gijonés. Después de 35 minutos jugados a un ritmo altísimo, el Castilla se permitió una tregua y el Marino dejó pasar los minutos hasta el descanso sin volver a inquietar la meta de Belman.

Oli dejó en la caseta a un defensa, Pablo Pérez , sustituido por un centrocampista, David González. El cambio provocó un movimiento de piezas que llevó a Borja al lateral diestro vacante, al recién incorporado junto a César Suárez en el doble pivote, a Iván a la banda derecha y a Álex Arias a la izquierda. Poco después quitaba al otro lateral, el capitán Guaya, dando entrada a Míkel. Antes, Luis Morán pudo recortar distancias con un chut desde la zona izquierda del área que desvió Belman a córner.

El Marino siguió compitiendo y apretando muy arriba a un filial merengue que se recreaba en su suerte, lo que provocó un par de sustos que bien pudieron terminar en gol. Primero, en un pase de tiralíneas de Álex Arias al que no llegó por muy poco Sergio y, después, en otro golpeo de Morán que de nuevo acabó en saque de esquina tras golpear en un zaguero. El técnico azulón agotó sus cambios metiendo al espigado Saha por el inédito Mika en la punta del ataque. Y con los madridistas tratando de sentenciar y los gozoniegos ese tanto que les devolviera la esperanza, terminó el encuentro con una última ocasión de Saha que sacó Belman con el pie.