Oviedo acogerá hoy el décimo final de etapa de la ronda española -excluyendo las que finalizaron en el alto del Naranco-, una llegada que no se produce desde hace 32 años, la última vez fue en la edición de 1987, con victoria de Carlos Hernández en la calle Uría.
La primera vez que la capital del Principado acogió un final de la Vuelta a España fue en la edición de 1941. La primera Vuelta a España de la posguerra tuvo un absoluto protagonismo español. La II Guerra Mundial mermó considerablemente la participación extranjera y solo cuatro corredores foráneos, todos suizos, tomaron la salida.
Esta edición pasó a la historia, además de por el primer triunfo final de un español, por las doce victorias de etapa que logró Delio Rodríguez, uno de los mejores sprinters que ha tenido nuestro país. No obstante, ese impresionante número de triunfos no fue suficiente para asegurarle un puesto entre los cinco primeros clasificados de la general, que ganó Julio Berrendero. Delio Rodríguez fue el ganador de la etapa Gijón-Oviedo disputada en la modalidad de contrarreloj individual sobre un recorrido de 53 kilómetros.
En 1942 Oviedo volvió a acoger un final de etapa, con salida en Gijón y 75 kilómetros, que ganó el francés Louis Thietard, con triunfo final en la general por segundo año consecutivo para Julián Berrendero.
Tras la supresión de la Vuelta durante dos años a consecuencia de la II Guerra Mundial, Oviedo volvió a contar con un final de etapa en la edición de 1946. De nuevo fue en la modalidad de contrarreloj individual, sobre un recorrido de 53 kilómetros, con salida en Gijón. El triunfo fue para Dalmacio Langarica, que al final fue el vencedor final de la Vuelta.
Al igual que sucedió en 1941, Delio Rodríguez fue el ganador de la etapa que finalizó en Oviedo en 1947, en una edición en la que sumó siete triunfos parciales, con victoria en la general para el belga Van Dyck.
La capital del Principado regresó a la ronda española como final de etapa tras un paréntesis de diez años, en 1956. El italiano Angel Conterno fue el vencedor de la etapa entre Santander y Oviedo, de 248 kilómetros, en una edición que ganó el italiano y que se recuerda por el duelo que mantuvieron Loroño y Bahamontes.
Oviedo estuvo 28 años sin contar de nuevo con una llegada de la Vuelta. Regresó en la edición de 1984, en la que Asturias acogió tres finales -además de la capital, los Lagos y el alto del Naranco-. El sprinter Guido van Calster se impuso en la calle de Uría tras una etapa que comenzó en Cangas de Onís. Al día siguiente se disputó una contrarreloj individual entre Lugones y el alto del Naranco, con victoria para Julián Gorospe.
Al año siguiente, la victoria en Oviedo fue para Federico Echave, en una edición en la que Perico Delgado se llevó la victoria final de la Vuelta.
En 1986, otro sprinter se impuso en la calle Uría, Eddy Planckaert, en una ronda que ganó Álvaro Pino, mientras que la última vez que la ronda española llegó a la capital del Principado, en 1987, la victoria se la llevó Carlos Hernández, con victoria final en la general para el colombiano Lucho Herrera.
Fue una etapa de extrema dureza en la que Marino Lejarreta fue el gran protagonista con una escapada iniciada en la ascensión al Fito que duró un centenar de kilómetros. Una prueba de la dureza de la jornada, en la que se rodó a casi cuarenta kilómetros por hora, fueron los abandonos de Miguel Indurain, Ackermann y Riis, mientras que Recio, Da Silva y Wellens entraron con el control cerrado.
Esta edición de 1987 contó con la presencia de tres corredores asturianos, Sarrapio, Manuel Jorge Domínguez y Suárez Cueva.
