Los escasos 20 metros recorridos por la selección española desde que tocó tierra en Asturias hasta el bus que habría de llevarla a su hotel en Gijón se convirtieron en toda una pasarela de estrellas. Porque si pasadas las dos de la tarde de ayer, los hombres de Robert Moreno desfilaron delante de algo más de cien aficionados, ávidos de ver un internacional de cerca, los que fueron más madrugadores también pudieron echarse un "selfie" con otras celebridades como Jorge Meré, ex futbolista del Sporting y ahora en el Colonia, o Juan Magán, que actuó anoche en Gijón. "Ha sido un día redondo, lo hemos tenido todo", aseguraron los afortunados que se llevaron un recuerdo para toda la vida.
Fue el caso de Mario Lestón, Bruno Bobes, Tomás Zapico o Ana Jiménez. Este grupo de jóvenes estaba situado justo al borde del bus de España. Un sitio privilegiado porque el glamour de Ramos, Ceballos, Jordi Alba y compañía estuvo sobre la pasarela de Santiago del Monte poco tiempo. Fue un visto y no visto, antes de recluirse en su hotel a las afueras de Gijón, pero al menos pequeñajos como Mael Rodríguez, que tiene siete años, pudo llevarse una foto firmada por el capitán del Real Madrid. "Me gusta Sergio Ramos, porque es muy bueno y meto con él muchos goles en el FIFA", aseguró el pequeño, que poco antes de que llegara España reconoció que antes que al sevillano prefiere a Lucas Vázquez. Como dijo El Gallo, "hay gente pa to".
Los niños fueron los que más agradecieron la visita. Para algo eran mayoría en el aeropuerto asturiano. Allí estuvo expectante Dani Casado, un niño de Piedras Blancas, que junto a su hermana Kiara le daba vueltas a la expulsión de Diego Llorente ante Rumanía. "Le dio al balón", dijo en una crítica poco velada al árbitro del partido, el conocido Aytekin, famoso por ver cosas que solo él puede ver. O de Jorge y María, de 10 y 15 años y de Pravia, que resumieron la visita como "espectacular".
También los hubo más creciditos, como Nayla Cortijo, que echó el resto para poder subir una "stories" a su Instagram, tras haber cazado varios "selfies" con los internacionales. Todavía cuando España ya estaba en la autovía a la joven adolescente le iba el corazón a mil y soltaba alguna lágrima. "Me muero de la emoción", describió añadiendo adjetivos calificativos muy explícitos para describir la sensación que todavía tenía en el estómago. Entre tanto "selfie" y tanto vídeo, los hubo más clásicos como Hugo y Vera Fernández, de ocho y cinco años y vecinos de Soto del Barco, que se fueron con un autógrafo en su libreta de Jesús Navas, entre otros. "Fue chulísimo", dijeron. Las firmas más cotizadas fueron las de Sergio Ramos -más goles que Zarra y los mismos partidos que Iker Casillas si juega en Gijón mañana ante Islas Feroe-, Jordi Alba -uno de los mejores laterales del mundo- y Dani Ceballos. Y la de Luis Rubiales -el presidente de la Federación es mucho presidente de la Federación-. En un discreto segundo plano quedó Robert Moreno o el periodista avilesino encargado de las redes sociales de la selección Rafael Zapatero.
No tanto así Manolo el del Bombo, que viajó en el mismo avión que los internacionales y que tras haberle despejado el camino Sergio Ramos y compañía apareció con su archiconocido instrumento, derrochando simpatía. "El recibimiento ha sido muy bueno. Hemos notado el calor de la gente", afirmó el de Ciudad Real, aunque afincado en Valencia. Fue la última estrella de la pasarela de celebridades en que se convirtieron los 20 metros que recorrió España a su llegada a Asturias hasta a su autobús.
