Los seis detenidos en la madrugada del martes en Lugones y Candás en el marco de una operación antidopaje llevada a cabo por la Policía Nacional y la Interpol quedaron ayer en libertad provisional tras negarse a declarar ante la magistrada del Juzgado número 4 de Pola de Siero. Los supuestos implicados son tres ciclistas del equipo con sede en La Corredoria (Oviedo) Kuota-Construcciones Paulino, los colombianos Andrés Pérez (22 años) y Steven Calderón (25), el bielorruso Alexandr Piasetski (26); el director del equipo, Ramón Álvarez, "Monchi"; su asesor y coordinador de deportes en el Ayuntamiento de Oviedo, Isaac Ovies; y el titular de la farmacia de Lugones-además de coordinador de la Vuelta Ciclista a Asturias-, Coque Montero. Según uno de los autos de la jueza al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, la magistrada observa "bastantes indicios" de tráfico de fármacos, al menos, en el caso de uno de los detenidos.

Todos los implicados se acogieron a su derecho a no declarar ante la jueza y quedaron libres de manera provisional, aunque continúan vinculados a la causa y tienen que presentarse en el juzgado los primeros cinco días de cada mes. La investigación lleva abierta desde hace un año y está bajo secreto de sumario. Finalmente, un equipo de la Policía Nacional compuesto por una docena de agentes dedicado a la lucha contra el dopaje (Udev) se desplazó, el lunes, desde Madrid, llevando a cabo registros en dos domicilios y una farmacia de Lugones, así como en otro de Candás. En uno de ellos residen los tres ciclistas detenidos, mientras que en el otro inmueble de la localidad sierense vive otro ciclista del equipo, el británico Tom Armstrong, al que al cierre de esta edición aún no se había podido localizar.

Los seis detenidos pasaron la noche en los calabozos de la comisaría de la Policía Nacional de Oviedo. Desde allí fueron trasladados, ayer por la mañana, hasta los juzgados de Pola de Siero. Llegaron pasadas las 11 de la mañana, hasta que comenzaron a salir a la una.

El primero en hacerlo fue el colombiano Andrés Pérez, que se paró a hablar con la Policía y luego, en una cafetería próxima. "Se ha armado un gran lío con esto, pero no hemos hecho nada", aseguró.

Sin embargo, el auto de la jueza al que tuvo acceso este periódico no decía lo mismo En la primera página del mismo, en el apartado en el que se mencionan los fundamentos de derecho, se leía: "Existen indicios bastantes para estimar responsable criminalmente de un delito de tráfico de medicamentos al detenido". Esto afecta -al menos- a uno de los detenidos el martes. Después de Pérez salió, discreto, Coque Montero, el coordinador de la Vuelta a Asturias y titular de la farmacia registrada en Lugones. A partir de ahí, la espera fue larga. El reloj marcaba las tres de la tarde cuando finalmente quedaron en libertad -bajo las mismas condiciones que el resto-, los otros tres detenidos que aún permanecían en el juzgado. Lo hicieron primero los dos ciclistas, Steven Calderón y Alexander Piasetski, que rápidamente se taparon la cara con las capuchas de las sudaderas, para no ser identificados.

Aprovechando la distracción, también abandonó rápidamente el juzgado el coordinador de deportes del Ayuntamiento de Oviedo, Isaac Ovies, que echó una carrera hasta un coche que se detuvo en doble fila esperándole en la puerta. Se tapó la cara con un chaleco y el vehículo arrancó a gran velocidad, dedicando el conductor una peineta a los que esperaban a la salida del juzgado. A falta de conocer los detalles del sumario, la acusación a la que se enfrentan es de un supuesto delito de tráfico de medicamentos (o sustancias prohibidas) en el deporte. Esto puede llegar a implicar penas de prisión de entre seis meses y dos años (e incluso cuatro si se ha puesto en riesgo alguna vida).

Por su parte, el abogado de Isaac Ovies, Luis Tuero, señaló que "el equipo no tiene nada que ver con la situación". Tuero añadió que los responsables del Kuota Construcciones-Paulino tomarán todas las medidas necesarias si alguno de los ciclistas se saltó el código ético del equipo. Tuero también explicó que no conocerá exactamente los cargos contra su cliente hasta que se levante el secreto del sumario, probablemente la próxima semana. Y confió en que el caso se zanje sin consecuencias para los implicados, ya que, según el abogado, la Policía no encontró nada significativo en los registros.