El Liberbank Oviedo Baloncesto ha demostrado hoy en Pumarín que en baloncesto muchas veces ganan los mejores equipos y no siempre los mejores jugadores. Las precauciones ante el rival, el Palma, estaban más que justificadas a pesar de la que la victoria (70-61) de los de Pumarín ha sido contundente, clara y, sobre todo, muy convincente.

Javi Rodríguez, entrenador del OCB, pedía a su equipo defensa, trabajo, intensidad y esfuerzo. Sus jugadores le han correspondido y han culminado un partido perfecto, aprovechando las ventajas que le da al equipo su versatilidad, sorprendiendo con Matti Nuutinen jugando muchos minutos al tres y Álex Reyes, excepcional, al dos.

El director de la orquesta, Sergio Llorente, llevó a su equipo con maestría, a pesar de no estar muy acertado en el lanzamiento, y los actores secudarios, Guim Expósito y Ólafsson, cumplieron con creces. El resultado de que todos hicieran bien su papel fue un dominio total del partido, una sensación de autoridad y de tener controlado a un rival que dispone de los mejores jugadores de la categoría y que está obligado a pelear por el ascenso.