Dos años y medio después, desde el torneo de Estoril en mayo de 2017, Pablo Carreño levantó un título ATP, el cuarto de su carrera. El asturiano logró la victoria en el Open de Chengdu (China) al imponerse en la final al jugador kazajo Alexander Bublik, 71 del mundo, por 6-7 (5), 6-4 y 7-6 (3). Además de un gran refuerzo moral, el éxito de ayer supondrá para Carreño un importante salto en la clasificación mundial, hasta el puesto 39 del ranking ATP. Su próxima parada, a partir de mañana, el Rakuten Open de Tokio.

La final fue muy igualada, como señala el marcador. Carreño se sobrepuso a la derrota en el tie-break del primer set y al tremendo saque de Bublik, que completó 31 saques directos. Carreño sólo conectó siete "aces", pero mantuvo el buen nivel de su servicio durante todo el torneo. "Durante la semana me sentí cómodo en la cancha", señaló Carreño. La superficie es muy rápida, pero fui muy bueno con mi servicio durante todos los partidos y creo que fue clave para ganar".

Fue la segunda victoria de Carreño sobre Bublik. En el anterior, en la Copa VTB Kremlin 2016 , el gijonés también necesitó un desempate en el set final para llevarse el partido. El siguiente compromiso de Carreño, posiblemente mañana, será en Tokio frente al belga David Goffin, cabeza de serie número 3 del torneo. El balance particular es favorable al gijonés por 2-1, con un último precedente muy positivo, ya que Carreño se impuso a Goffin por 6-2 y 6-3 en el torneo de Metz.

Carreño declaró a LA NUEVA ESPAÑA que "es una victoria muy importante , la necesitaba. Llevaba tiempo jugando a muy buen nivel, pero sin acabar de hacer grandes resultados y está victoria me da mucha confianza para lo que queda de año". Además de Tokio, el calendario previsto del asturiano incluye los torneos de Shanghai, Estocolmo, Viena y el Masters 1000 de París-Bercy. Pero Carreño también mira a más largo plazo, los Juegos Olímpicos del próximo verano: "Para clasificarme tengo que estar entre los 50 mejores del mundo y los cuatro mejores españoles cuando acabe el próximo Roland Garros. Esta victoria me ayuda de cara a ese objetivo también". Carreño no se olvida de lo que ha sufrido este año: "Los peores momentos han sido, sin duda, los cuatro meses que estuve lesionado sin poder competir".