El partido de la quinta jornada de la Liga Nacional Juvenil que se disputó en el campo Covadonga entre el Roces y el Lealtad se suspendió a falta de 15 minutos para el final. En ese momento el resultado era de 1-3. El árbitro fue el veterano colegiado gijonés David Muñoz Suárez quien expulsó a cuatro jugadores del Roces tras la duda sobre la validez de un gol. Después de la cuarta expulsión los jugadores del equipo gijonés se acercaron al banquillo y su entrenador, Castaño, consultó con el árbitro si podían seguir con siete jugadores, como así es. Muñoz Suárez no aclaró este detalle y decretó la suspensión del partido alegando que el Roces se había retirado.

Curiosamente este mismo árbitro dirigió ayer el partido de Tercera entre el Vallobín y el Lealdad de cuya actuación el equipo de Villaviciosa quedó muy descontento. Muñoz Suárez arbitró los últimos años partidos que terminaron con graves incidentes. En un Condal-Colunga el jugador Pablo Prendes fue suspendio por diez partidos por una supuesta agresión al árbitro.