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El hijo de Esther

Levantar la cabeza

Hace ya muchos, muchísimos años (desgraciadamente) un adolescente tontaina (yo) jugaba al baloncesto en el colegio San Ignacio de Oviedo y allí le entrenaba un sabio, sin duda uno de los grandes mitos del basket de base asturiano, que respondía al nombre de Toni Martín y que se desgañitaba gritándonos a los chavales que para jugar al baloncesto no hay que mirar la pelota al botar. La cabeza arriba para ver el campo y el juego, decía, que no somos topos.

Una lección básica no solo para el baloncesto, sino para cualquier deporte, y cuya falta se notó el sábado de manera flagrante en el partido Atlético de Madrid-Real Madrid. No voy a decir que los indios no levanten la cabeza porque, la verdad me da completamente igual, pero sí puedo asegurar que algunos jugadores merengues ven la hierba crecer mientras se desarrolla el juego.

Digo esto porque, por ejemplo, un jugador que no es un dechado de constancia e integración se puede pasar y se pasa todo el partido tirando desmarques mientras el compañero ni siquiera se digna mirarle. ¿Quién es ese jugador? Mi denostado Gareth Bale, que otra cosa no hace últimamente, pero a pegarse carreras sin ningún fruto futbolístico se está poniendo las botas. Y claro, de vez en cuando le mira Sergio Ramos, pero está muy lejos, aunque los que le deberían mirar son los tres centrocampistas, Casemiro, Valverde y Kross. Ninguno de los tres levanta la cabeza, miran alrededor, a unos metros, y buscan siempre, pero siempre siempre, asociarse con Karim Benzema. No es malo buscar al francés y jugar en corto, pero creo (a diferencia de lo que opinan valdanistas y guardiolistas en general) que el fútbol hay que mezclarlo y se debe jugar en corto y en largo para evitar ser previsibles para las defensas.

A la hora de culpar a los centrocampistas, evidentemente, no se puede ir de rositas Tony Kross, que lleva año y pico mal de solemnidad y que solo mira en largo para cambiar el juego, pero nunca buscando un desmarque (Bale va a tener que convertirse en su mejor amigo para que le meta una pelota en profundidad). A eso le sumamos que se ha cansado de correr hacia atrás y su trote cochinero para defender es algunas veces hasta insultante.

El caso es que, parafraseando a mi muy querido y respetado Toni Martín, hay que levantar la cabeza cuando se juega o cuando se vive, sobre todo para que no se te ponga cara de topo, y ahora que miro a la carita a algún jugador del Madrid?

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