Tito Díaz ha tenido mucho que ver en todo lo que va a suceder hoy (19 horas) en el partido que enfrenta al Liberbank Oviedo Baloncesto con el Breogán, en Lugo. El director general del club gallego, histórico exjugador de la entidad, se enteró de que Jimmy Wright, toda una leyenda del equipo lucense y que fue su compañero en la mejor temporada de la historia del Breogán, venía a Oviedo a conocer a sus nietos y a ver a su hijo, Devin, a su vez pívot del Liberbank. Tan solo tuvo que echar un vistazo al calendario para darse cuenta de que todo cuadraba: el Oviedo juega hoy en Lugo mientras Jimmy está de visita, así que el homenaje estaba en marcha.
"Y encima es mi cumpleaños", añade Devin, que tiene estos días en su casa a alguien con quien no se encontraba en persona desde hacía 27 años. Hoy cumple 33. "Ha sido todo un poco de casualidad, él venía a Oviedo a conocer a sus nietos, se enteró Tito Díaz y enseguida le dijo que tenía que ir al partido. Está un poco nervioso con todo esto. Hace 27 años que no le veo, he mantenido el contacto con él por teléfono", explica el pívot de un Oviedo Baloncesto que comenzó la temporada con una importante victoria (70-61) en Pumarín ante el Palma.
El estadounidense Jimmy Wright, que ahora tiene 60 años, llegó a España en 1983 para jugar en el Peñas Huesca, entonces en la máxima categoría del baloncesto español, la recién estrenada ACB. Tras una temporada en el cuadro aragonés, fichó por el Breogán, donde estuvo dos cursos y donde se convirtió en la máxima estrella, promediando más de 20 puntos por partido. Fueron los mejores años del equipo gallego, que llegó a clasificarse para jugar una competición continental, la Copa Korac. En esa época, Wright llegó a participar en una película de Mario Camus, "La vieja música", en la que se narra la historia de un entrenador uruguayo, interpretado por Federico Luppi, que cogía el equipo de Lugo. Un filme en el que también aparece Tito Díaz.
Jimmy volvió a Huesca tras jugar en Lugo y después desapareció. "Cuando llegó a Estados Unidos empezó a trabajar en Nueva York en un centro social con personas mayores, ahora vive en Charlotte, pero todo al margen del baloncesto", relata Devin sobre la vida de su padre después de irse de España. Cuenta el pívot del OCB que los que más agradecen la visita son sus dos hijos, que están "cargados de regalos". Padre e hijo saben que hoy será una tarde emotiva: "Aunque nací en Huesca, soy de Lugo, me crié allí y hoy va a estar toda mi familia. Mi padre sabe también que es muy querido en Lugo y que la gente se acuerda mucho de él", añade.
Al margen de lo emocional, a Devin le tocará hoy intentar ganar a su exequipo (jugó en el Breogán en la temporada 2015-16) con un Oviedo Baloncesto que, advierte, "es un conjunto que está por encima de las individualidades".
