El Breogán de Lugo fue demasiado rival para el Liberbank Oviedo. La profundidad y la calidad de la plantilla del conjunto gallego, un recién descendido de la ACB, obligaba a los de Javi Rodríguez a hacer un partido perfecto, similar al de la primera jornada ante el Palma (70-61), para al menos llegar con opciones al final del encuentro. No fue así y el equipo asturiano fue deshaciéndose como un azucarillo hasta acabar descarrilando.

Y eso que las cosas comenzaron bien. El conjunto ovetense frenó el arreón inicial del Breogán (9-4), con Quintela como gran protagonista, con un lucido Sergio Llorente buscando a Wright por dentro y a Álex Reyes por fuera. La entrada de Oliver Arteaga al campo, con tres acciones consecutivas del pívot canario, llevó al Liberbank a obtener su primera ventaja (13-14) del encuentro cuando el partido estaba todavía en el primer parcial. Solo un triplazo sobre la bocina de Salva Arco permitió al conjunto gallego irse por delante al segundo cuarto (18-17).

El segundo fue sin duda el mejor cuarto del Oviedo Baloncesto, secando la anotación del Breogán y buscando las mejores opciones para encestar. La ventaja del equipo de Javi Rodríguez llegó a ser de nueve puntos (18-27, a 6.40 para el descanso) y obligó al entrenador visitante, Diego Epifanio, a tomar medidas. La solución para los gallegos llegó en la figura del cuatro Thoma de Thaey, que impuso su superioridad física. A él se unió Christian Díaz, uno de los bases más cotizados de la categoría, y juntos dejaron el encuentro en tablas (32-32) al descanso.

La sensación era que el Liberbank Oviedo había dejado escapar una oportunidad de irse a vestuarios con una renta significativa que hiciera temer a su potente rival por un tropiezo en su estreno en casa. Por contra, la rápida reacción de los lucenses dejó entrever que el partido estaba más de su lado que del visitante a pesar de la igualdad que en ese momento reflejaba el marcador.

Una sensación que se confirmó al comienzo de la segunda parte. El Breogán cerró la puerta al errático ataque del cuadro ovetense y encontró el acierto exterior. Un parcial de 9-0 merced a los triples anotados por De Thaey, Soluade y el exjugador del Oviedo Roope Ahonen obligaron a Javi Rodríguez a pedir un tiempo muerto y pusieron una renta que los visitantes ya nunca fueron capaces de remontar. Intentó reaccionar el Oviedo Baloncesto por medio de Wright, pero era contrarrestado por el potente pívot rumano Olah. Una fase del partido en la que se echó de menos una mayor capacidad para anotar de un Tre' Coggins que todavía no ha mostrado en el Oviedo sus mejores registros. Aún así, con arranques de genio de Reyes y alguna aportación de Nuutinen, los asturianos llegaron al último cuarto con opciones (52-45).

Pero esas opciones pasaban por meter una marcha más que ayer no lograron alcanzar los de Javi Rodríguez. Para ganar al Breogán hay que estar por encima del nivel esperado y ayer en el Oviedo algunos jugadores estuvieron algo por debajo. Campo abonado para que Christian Díaz y un Nurger muy fresco finiquitaran el encuentro a las primeras de cambio. La ventaja del Breogán fue creciendo paulatinamente y al equipo visitante se le vio completamente desbordado.

Finalmente, el Liberbank no pudo ante uno de los grandes rivales de la competición y se lleva muchos deberes a casa para intentar sumar su segunda victoria el sábado (18.30 horas) frente al Ourense, su verdugo en el pasado play-off.