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Un Oviedo sin puntería

El Liberbank mantiene un gran nivel defensivo, pero es el equipo que menos puntos (124) ha sumado en las dos primeras jornadas

Sergio Llorente lanza a canasta ante el pívot del Breogán Olah, con Soluade a la derecha. EL PROGRESO

Las dos primeras jornadas de la LEB Oro arrojan algunos datos interesantes sobre las virtudes y los defectos del Liberbank Oviedo Baloncesto en este inicio de temporada. Un equipo que concede pocas alegrías en defensa, pero al que también le cuesta anotar cuando está atacando. En estos dos primeros partidos ha sumado 124 puntos, el que menos de toda la categoría. La buena noticia es que esos puntos le han servido para ganar (70-61) uno de los dos encuentros y nada menos que al Mallorca, uno de los favoritos al ascenso por el nivel de su plantilla. Imposible fue en la cancha de otro de los grandes aspirantes, el Breogán de Lugo, donde el OCB perdió por 72-54.

La gran diferencia en estos dos encuentros estuvo en el acierto de cara al aro. Si ante el Mallorca el cuadro ovetense salvó los muebles con un 60% de acierto en tiros de dos (15 de 25) y un 32% en triples (8 de 25), en el de Lugo sufrió mucho más en el juego interior y eso se tradujo en un porcentaje de acierto en tiros de dos bajísimo (34%, 13 aciertos en 38 intentos). Para intentar contrarrestarlo hubiera necesitado tener un buen día en el lanzamiento de triples, pero, por el contrario, fue aún más bajo: 25% (6 en 24 intentos).

Estos bajos porcentajes en Lugo son fruto de cierto colapso ofensivo en los momentos en los que el rival aprieta al OCB cuando sube el balón. Un sufrimiento que crece en los momentos en que no está Llorente en la cancha. El madrileño es el único base puro del equipo y, además, es su segunda temporada con Javi Rodríguez como entrenador. El técnico gallego tiene plena confianza en Llorente y él le está respondiendo con creces. El problema es que ni Guim Expósito ni Tre' Coggins han alcanzado todavía ese nivel de adaptación al equipo que les permita llevar los mandos con algo más de soltura. De ellos no se espera que sean como Llorente pero sí que permitan al madrileño tomarse el descanso necesario para poder rendir al máximo nivel cuando esté sobre el parqué.

Todo esto se notó especialmente en la segunda parte del encuentro ante el Breogán, en el que el equipo se empezó a quedar sin ideas y sufrió enormemente para conseguir buenas posiciones para lanzar. El resultado fueron 13 puntos en el tercer cuarto y solo nueve en el último, es decir, veintidós puntos en toda la segunda mitad.

El atasco en ataque se tradujo en más oportunidades de anotar para el Breogán, que sumó 20 puntos en cada uno de los dos últimos parciales. Un equipo que cuenta con tiradores del nivel de Soluade o Ahonen más tarde o más temprano acabará aprovechándose de la circunstancia para tomar distancia en el marcador. Lo positivo del encuentro ante el Breogán, en Lugo, donde nunca ha ganado el Oviedo Baloncesto, está en los dos primeros parciales. Durante el tiempo en el que el equipo estuvo fresco, con un Llorente aún lucido, las cosas fueron diferentes y se mantuvo el marcador equilibrado (32-32 al descanso). El Liberbank llegó incluso a tener una renta de nueve puntos en el segundo cuarto. Pero todo ese esfuerzo fue vano por la contumacia en el error de sus tiradores. Álex Reyes, uno los jugadores que está liderando al equipo en este inicio de temporada, anotó dos triples en ocho intentos. Tre' Coggins, que debe tener mucho más peso anotador en el equipo, erró sus tres intentos desde la línea de 6.75. El propio Llorente estuvo muy errático, con un triple en cinco intentos.

La derrota en la cancha del Breogán se asume casi con naturalidad. Un recién descendido de la ACB que aspira a regresar a lo más alto por la vía rápida. Aún así, el equipo de Javi Rodríguez necesita insistir en sus virtudes, en esa fabuloso trabajo táctico que despliega sobre la pista, y trabajar en sus defectos para encontrar mejores posiciones para que sus anotadores hagan daño y castiguen a la defensa del rival. Mimbres hay para que este equipo se mantenga en la pelea por meterse en el play-off de ascenso a la ACB por quinta temporada consecutiva. Pocos pueden presumir de algo así.

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