La crisis del fútbol asturiano va más allá del mal comienzo de temporada de sus dos grandes clubes. Una temporada más, la representación del Principado en Primera División se reduce a cinco jugadores. Con respecto a la 2018-19, se mantienen tres (José Ángel, Sergio Álvarez y Cazorla), mientras que Dani Martín y Adrián López sustituyen a Jony (en la Serie A italiana con el Lazio) y Javi Fuego, que diez temporadas después ha vuelto a la Segunda División.
Desde el descenso del Sporting, en la temporada 2016-17, la presencia de fubolistas asturianos en Primera es poco más que testimonial. La sensación de decadencia queda apenas aliviada por la presencia de tres de ellos en grandes ligas europeas: Juan Mata sigue en el Manchester United; Jorge Meré ha vuelto a la Bundesliga con el Colonia; y Jony ha participado en cuatro partido con el Lazio en la Primera italiana.
Santi Cazorla y Dani Martín representan los extremos de la cuota asturiana en la Liga Santander. En su segunda etapa en el Villarreal, el centrocampista de Llanera está ofreciendo un nivel que le ha permitido regresar a la selección española. Cazorla lleva más de 400 partidos en sus botas en dos de las mejores ligas europeas y, a punto de cumplir 35 años, sigue siendo fundamental para su equipo tras superar una grave lesión.
Dani Martín, con 21 años recién cumplidos, representa el futuro del fútbol asturiano en Primera, por más que su debut en la categoría no haya sido el soñado. Tuvo que sustituir a Joel en la primera jornada de Liga, por expulsión, y entre ese partido en el Villamarín (Valladolid) y en el Camp Nou frente al Barcelona recibió siete goles. Desde entonces, el exguardameta del Sporting espera su oportunidad en el banquillo. Mientras, en el Eibar, José Ángel es titular habitual y Sergio Álvarez, tras un proceso de adaptación, empieza a entrar en los planes de Mendilibar. Más le está costando a Adrián López en un Osasuna que mantiene el bloque del ascenso.
Aunque no tenga nada que ver, las penurias del fúbol asturiano también se han extendido a los banquillos, ya que con la destitución de Marcelino García no queda ningún entrenador en Primera.
