El triunfo del Oviedo Balonmano Femenino en la pista del Lanzarote Zonzamas estuvo marcado por la docena de goles logrados por Marta Ordóñez. A punto de cumplir 22 años, Marta Ordóñez Prieto (Oviedo, 5 de diciembre de 1997) ya es toda una veterana, como demuestra su capitanía, cuando cumple su séptima temporada en el primer equipo. El pasado verano tuvo ofertas para marcharse, pero prefirió seguir en casa para intentar un año más el ascenso a la máxima categoría.
Marta Ordóñez lleva dos temporadas como máxima goleadora de su equipo y, a la vista del comienzo de ésta (40 goles en cinco partidos) aspira incluso a ser la mejor artillera de la segunda división del balonmano femenino español. Su efectividad fue clave en Lanzarote, pero ella pone siempre por delante al equipo: "Fue un buen partido de todas, jugamos muy bien. Además, este año estoy tirando los penalties y eso también ayuda".
La capitana del Oviedo BF no tiene una explicación a la tendencia del equipo, que ha ganado los tres partidos fuera y perdido los dos en casa: "Hicimos una gran temporada y la victoria en Siero nos dio confianza. Pero ésta es una liga muy fuerte y algunas veces las cosas no salieron como esperábamos". También supieron sobreponerse a las adversidades: "El de Canarias era un desplazamiento complicado, pero nos volvimos a encontrar a gusto en la pista y disfrutamos mucho".
En la confianza de que cambiarán las cosas en el Florida Arena, donde el sábado se enfrentan al tercer clasificado, el Balonmano Porriño, Ordóñez recalca que "seguimos con los mismos objetivos que a principios de temporada: estar en los puestos de ascenso". Una ambición que se topa con una realidad incuestionable: "Muchos equipos se han reforzado bien y otros, como el Puerto del Carmen y el Porriño, están en un nivel alto".
Su condición de capitana con 21 años da pistas sobre la naturaleza de la plantilla: "Somos un equipo muy joven porque hubo bantante renovación. Lo importante es la unión que hay entre nosotras". Esa es una de las razones que la animaron a seguir: "Acabé la pasada temporada con un sabor amargo y quiero volver a intentarlo. Además estoy en casa, acabo de terminar la carrera y estoy preparando oposiciones".
"No me planteo objetivos individuales", insiste Ordóñez, que intenta transmitir a sus compañeras ese espíritu: "Tenemos que ir poco a poco, reencontrar nuestro juego y acercarnos a los puestos de la fase de ascenso". Una línea que también sigue como entrenadora. Ha dirigido al infantil del Oviedo BF en las dos últimas temporadas y ahora da el salto al cadete A: "Para mí es una experiencia interesante, que puedo compaginar bien con el primer equipo".
