Corría el minuto 62 en Miramar cuando Luis Morán (Luanco, 1987) se revolvió en el área de la Peña Deportiva para sacarse de la manga un tiro ajustado al palo que dio la primera victoria de la temporada a los luanquinos en Miramar.
- ¿Cómo se despierta uno un lunes tras marcar el gol de la primera victoria de la temporada en casa?
-Bien. Con cuatro puntos de sutura en la cabeza por un choque, pero muy contento. No sólo por el gol, sino por la victoria, que hace también que la cabeza duela menos. Además, el equipo lo necesitaba después de un comienzo de liga complicado en el que creo que no hicimos malos partidos, pero en el que no llegaban los resultados. La afición, que siempre nos está apoyando, también lo merecía.
- El año pasado dispararon la "marinomanía" en Luanco. Aún dura. ¿Qué supone eso para el luanquín de la plantilla?
-Hace dos años la gente comenzó a engancharse al equipo y la temporada pasada, con el ascenso, la cosa fue a más todavía. Este año nos están apoyando mucho desde el principio. Es una pena que ahora, con tanto desplazamiento largo por los equipos del grupo, no puedan acompañarnos todo lo que les gustaría fuera de casa. Ahora están organizando un autobús a Langreo para el partido del domingo. Estoy seguro de que vendrán muchos a animarnos.
- Además de complicar los viajes para la afición, el grupo está demostrando ser duro. ¿Más de lo que se esperaban?
-Es el que más filiales tiene y más distancias en kilómetros. En esto segundo sí podemos salir más perjudicados que si nos hubiese tocado otro grupo. Por otro lado, también es cierto que aquí los rivales y los estadios son más apetecibles.
- Oli dice que la clave para conseguir la permanencia está en no encajar. Lo vienen consiguiendo en las últimas semanas y es cuando han comenzado a puntuar. ¿Está ahí la clave?
-Sí. El año pasado apenas encajábamos goles y esta temporada nos insiste mucho en que esa es la receta a seguir. Es cierto que si defendemos bien y encajamos poco, sumaremos puntos, porque arriba tenemos jugadores que generan ocasiones con muy poco.
- Uno de los jugadores con los que vuelve a compartir vestuario tras años lejos de él es Alberto Lora. ¿Cómo le ve en Luanco?
-Como el primer día que llegó de Madrid a Mareo. Le veo muy bien. Es cierto que tuvo un verano complicado y una pena que no le saliera ninguna oferta de fuera, pero ahora está encantado aquí. Le veo muy ilusionado y es un trabajador nato.
- El domingo tienen su primer derbi regional. ¿Cómo ven al Langreo?
-Están teniendo mala suerte de cara a gol, pero es un equipo que apenas encaja. Seguro que va a ser un partido duro y complicado, un derbi clásico asturiano. Pero confiamos en mantener la racha y volver con una victoria.
