El Marino de Luanco tuvo que ejercitarse en el prado de Miramar, la parte del recinto municipal que queda en la zona por la que se accede al campo, en la previa del duelo contra el Langreo por la falta de instalaciones en el concejo de Gozón. "No tenemos instalaciones", lamenta Oli, el entrenador del equipo.

La otra alternativa del Marino de Luanco para poder entrenarse sería la instalación de Balbín. Un recinto descartado por el conjunto de Gallego. "Mientras yo sea entrenador allí no se entrena porque es como trabajar en el asfalto. Balbín no es digno", clamó el técnico, que una semana más tendrá que ir de gira por Asturias para poder preparar el partido ante el filial de Las Palmas del próximo fin de semana.

El Marino trabajó ayer en Miramar, que fue recientemente resembrado, y el entrenamiento de mañana y el jueves lo hará en La Morgal. En otra ocasiones, el Marino ha tenido que trabajar en La Mata, en Candás, y hasta en gimnasios de Oviedo, lo que indigna al club, que milita en Segunda División B.