El Gran Premio de Australia trajo noticias contradictorias para los hermanos Márquez. Mientras Álex logró en Phillip Island logró su undécima victoria de la temporada, Álex no pudo asegurar su título de Moto2. "Ha sabido sufrir y ha sacado unos puntillos", reflexionó el campeón del mundo de MotoGP sobre el octavo puesto de su hermano pequeño. Mientras, en Moto3, el italiano Lorenzo Dalla Porta sí pudo celebrar el campeonato, al quedar sin opciones el español Arón Canet.

Marc Márquez cantó victoria tras forzar el error de Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1) en la última vuelta. Viñales se situó líder en la décima vuelta y aguantó hasta el inicio de la última, cuando en la misma recta de meta y por velocidad le superó como una exhalación la Repsol Honda de Márquez. En la bajada posterior, Viñales intentó superar a su rival y los neumáticos de su moto no aguantaron el esfuerzo. Viñales salió por los aires y su moto deslizándose a toda velocidad y dando vueltas de campana para acabar destrozada por los impactos.

"Tenía un gran reto por delante porque la diferencia con Maverick era muy grande", señaló Márquez. "Pero confiaba en que si sobrevivía cinco vueltas detrás de él podría seguirle y es lo que he hecho, con un tiempo muy similar al de la clasificación, pero sabía que si era capaz de aguantar esas vueltas detrás de él podría luchar hasta el final". Marc añadió que " de lo que se trataba esta temporada era de acabar todas las carreras en el podio, no ganarlas".

El surafricano Brad Binder se adjudicó la victoria en Moto2, en donde el líder del mundial, Alex Márquez (Estrella Galicia 0'0 Kalex), naufragó en sus aspiraciones de consolidar la primera posición del campeonato. Márquez concluyó en la octava posición, por detrás de sus rivales matemáticos por el título, Brad Binder y Thomas Luthi, con los que ahora tiene una ventaja de 33 y 28 puntos, respectivamente.

Alex Márquez no ofreció su "mejor versión", dando síntomas de estar o agarrotado por la responsabilidad o atravesando algún tipo de problema técnico. Fue cediendo terreno poco a poco y sus rivales acercándose peligrosamente para hacerle perder unas posiciones que podrían incluso condicionar la consecución del título mundial en la siguiente cita del Gran Premio de Malasia, dentro de siete días. Binder aguantó el tipo frente a Martín buena parte de la carrera, aunque el español no se despegó en ningún momento de su compañero de equipo, que además contaba con opciones al título mundial, por lo que la lógica decía que el de San Sebastián de los Reyes no debiera "meter rueda" a su compañero en ningún momento, mientras Luthi rodaba cómodo en la tercera plaza y Márquez sufría en el grupo perseguidor. Al final, imperó la lógica, ganó Binder, por delante de Martín y de Luthi, mientras que Márquezaguantó en la octava posición.