De prolongarse en el tiempo la dinámica actual de resultados del Llanes, en breve comenzarán los rumores sobre la posibilidad de que Luis Arturo lleve incrustada una flor en cierta parte de su anatomía, porque ya son varios los choques ganados con pocos merecimientos y en los últimos estertores de los mismos, con grandes dosis de fortuna, como ocurrió contra un Praviano superior que no supo concretar su dominio en goles.

Además del gol de Dorronsoro, en el 90, al aprovechar en boca de gol un toque de cabeza de Ivanchu tras el saque de una falta, el Llanes solo tuvo un tiro a puerta y lo hizo el central Moreno, pero Julio realizó la parada de la tarde. El resto, un auténtico despropósito, con el público aburriéndose y los jugadores sin dar una a derechas. El Praviano tuvo sus mejores opciones en botas de Pablo, pero Gabri por dos veces y Bruno, que sacó milagrosamente en la línea un balón que entraba, le chafaron la tarde. También lo probó Fagir en dos ocasiones, la primera enviada a córner por Gabri y la segunda, casi al final, en la que erró el remate cuando se cantaba el gol.

Pero, entre que los visitantes no afinaron su puntería y que se fueron conformando con el empate, el partido languidecía entre bostezos, siendo lo único destacable la entrada de Estrada, que provocó que Richi adelantase su posición y el Llanes mejorase ligeramente. Fruto de ello llegó esa falta que acabó en el único tanto local, que dejó los tres puntos en casa, lo único positivo de una tarde para olvidar rápidamente.