Cristian Alonso, masajista colungués del equipo ciclista Ineos, ha sido distinguido por LA NUEVA ESPAÑA con el galardón "Asturiano del mes" de septiembre por su dilatada trayectoria en el mundo del ciclismo, donde ha participado en 45 grandes rondas y ha ganado siete Tours, dos Vueltas a España y un Giro de Italia. Precisamente el pasado mes de septiembre participó en la que, de momento, es su 20.ª Vuelta. Y para seguir, ya que Alonso goza estos días en Colunga de uno de los pocos respiros que le otorga el calendario ciclista. Hasta mediados de diciembre podrá disfrutar de la familia, de los amigos y de la tranquilidad del hogar, algo necesario para coger fuerzas de cara a otra temporada en la que estará de nuevo siempre con la maleta a cuestas y pendiente del bienestar de algunas de las grandes estrellas del ciclismo mundial.

Su calendario va a depender mucho del que tenga Egan Bernal, el sorprendente colombiano que en el pasado Tour de Francia se convirtió, a los 21 años, en el ganador más joven de la ronda gala y en el primer sudamericano que se proclamó campeón en la prueba ciclista más importante del mundo. Al final de cada etapa, Bernal recibía los cuidados del masajista asturiano. Unos meses después, en septiembre, Alonso, de 45 años, cumplía su Vuelta a España número veinte, con la que culminaba dos décadas trabajando con la élite del ciclismo mundial.

Cristian Alonso, masajista del Team Ineos, el mejor equipo del mundo, quiso primero ser ciclista y desde los 9 a los 18 años lo intentó en el conjunto de Las Mestas, pero se dio cuenta de que "los demás iban más rápido" que él. A pesar de todo, la pasión por la bicicleta había calado hondo en el de Colunga y cuando le tocó empezar a buscarse la vida trató de seguir vinculado al mundo del ciclismo. Hizo algunos cursos y empezó a dar masajes y a colaborar en un equipo de aficionados de Avilés, el Cartrans, al tiempo que ayudaba a su padre, que era pintor.

Poco a poco fue pasando a otros equipos de aficionados más importantes, como el Kaiku, y en 1999 comenzó a trabajar en las filas del Amica Chips-Costa de Almería, con el que fue a su primera Vuelta a España. Un equipo que un año después pasó a ser solo Costa de Almería y en el que Cristian Alonso estuvo hasta 2004, haciendo ya la temporada completa. "Hasta entonces trabajaba con mi padre pintando y me iba a carreras esporádicamente", relata. Su siguiente paso fue el Saunier Duval, una estructura todavía más potente donde el de Colunga se convirtió en un profesional ligado al ciclismo. Luego, en 2009, llegó el Cervelo, equipo suizo en el que estuvo hasta aterrizar en el gran transatlántico del ciclismo mundial, el entonces denominado Sky y desde hace un año, Team Ineos. Un equipo que ha ganado siete de los ocho últimos Tours de Francia y en el que Cristian Alonso se ha convertido en algo más que el masajista de las grandes estrellas que copan la estructura de esta formación británica.

Dice Cristian Alonso que para él ha sido muy importante "ir progresando poco a poco, empezar con equipos pequeños, en mi opinión siempre debería ser así. Hay gente que no sabe apreciar lo que tiene entre manos en un equipo de estas características porque antes no estuvo en equipos más pequeños, donde hay muchos menos medios", añade. Alonso cuenta que su labor va más allá de la de masajista y que por eso se les suele llamar "cuidadores". "Tenemos que estar pendientes de que todo está bien en el hotel, que la alimentación sea la correcta, que no falte de nada. La París-Niza, una carrera de una semana, se decidió en las dos últimas ediciones por dos o tres segundos, por eso hay que cuidar hasta el más mínimo detalle porque en él puede estar la diferencia entre ganar o no", cuenta.

Él lo hace muy bien y por eso siempre está junto a los grandes, acompañando a los cuatro ganadores de Tours que ha tenido su equipo en los últimos ocho años -Froome en tres ocasiones, Wiggins, Thomas y Bernal-, y a Froome en el Giro y las dos Vueltas que ha ganado. No en vano, Cristian Alonso lleva un total de 45 grandes en sus manos. Y las que le quedan.