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El Hijo De Esther

Hemos vuelto, ya era hora

Eibar, llueve a mares y los segurolas y Cristóbal Soria de turno se frotan las manos porque el Madrid, que no está fino, las va a pasar canutas en Ipurua e incluso va a hacer hasta un imponente ridículo en ese campo pequeño donde aprieta hasta el que pinta las rayas del césped.

Más o menos ese era el ambiente prepartido con el que algunos se frotaban las manos a la espera del espectáculo de presión asfixiante que iban a protagonizar los chicos de ese buen y adusto entrenador llamado Mendilibar.

Pero hete aquí que el sabroso guion escrito por los Juanma Castaño y compañía no fue más que papel mojado (nunca mejor dicho en este fin de semana de agua, agua y más agua) porque el Madrid parece que ha vuelto a su propio ser. Los jugadores van cogiendo la forma, los nuevos suman, los jóvenes crecen y el entrenador acierta con la tecla.

Sí, madridistas. El Real Madrid ha vuelto para deleite de merengues y zozobra de culés, atléticos y una larga lista de compañeros periodistas que sin ningún recato han cantado y coreado el desastre madridista del último año y pico. Pero el caso es que ya estamos aquí de nuevo. No sé si para ganar "Champions" o no porque aún es pronto para calibrar el nivel que alcanzará el equipo. Lo que es cierto es que ese Madrid ganador y peligroso que juega muy bien al fútbol (porque no solo se juega bien bajo el canon de ese gran entrenador "lamejeques", Paco González dixit), y que es un compulsivo coleccionador de títulos de todos los tamaños y clases, sobre todo si son grandes y con orejonas, ha vuelto para quedarse y eso pone nerviosos a muchos que se prometían otro año disfrutón.

Ha vuelto el Madrid porque Benzema sigue de dulce (ha espabilado y lleva más de un año sublime), porque Kroos ha dejado el modo tractor y se ha puesto a jugar aunque corre poco para atrás, porque Casemiro se ha reencontrado con la segadora de balones en medio campo, porque ha aparecido un Valverde que deslumbra cada día más, porque Hazard se ha puesto por fin a desbordar, porque la defensa hace menos agua (si está Mendy mucho menos que si está Marcelo) y del portero no se tiene noticia alguna, casi mejor.

A esto hay que sumarle una irrupción inesperada como la de Rodrygo, y aún esperaremos a que Vinicius se cambie las dos botas izquierdas por una de cada pie. Con todo y con eso vamos a dar guerra. Prometido.

Lo siento por los guardiolistas, segurolistas, valdanistas, tríos del Plus, Manolo Lama o Cristóbal Soria. El Madrid ha vuelto. Ya era hora.

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