"Siento que estoy en deuda. No me imaginaba recibir tanto cariño en tan poco tiempo. Con las pocas alegrías que les hemos dado... Me demuestran que esta Isla merece que le pasen cosas buenas". López Garai se despidió ayer del Tenerife, club que le destituyó como entrenador tras empatar, el domingo, ante el Cádiz. El conjunto chicharrero llegará el viernes a El Molinón con nuevo técnico, Sesé Rivero, hombre de la casa.

Entre lágrimas y acompañado por Cristian Bustos, su ayudante; todo el área deportiva del club con Víctor Moreno a la cabeza, el consejero Francisco Mares, el delegado Víctor Padrón y hasta el gabinete de comunicación, el vasco tuvo palabras de agradecimientos para todos y un deseo "Estoy seguro de que volveré", vaticinó.