Después de hora y media de rueda de prensa, Luis Rubiales confirmó lo que ya se sabía desde la agitada noche del lunes: que Robert Moreno es historia de la selección española y que Luis Enrique Martínez vuelve, aunque con una ampliación de contrato hasta el Mundial de Qatar 2022. Lo que no pudo o quiso aclarar el presidente de la Federación Española es la causa ni el momento de la ruptura entre dos técnicos unidos por una amistad durante más diez años. Porque, aunque Rubiales no lo dijo, Luis Enrique puso como condición para volver la salida de Moreno. En principio, sigue el resto del equipo técnico, con los asturianos Juanjo González (analista) y Joaquín Valdés (psicólogo).

El relato de Rubiales sugiere que Robert Moreno fue el primero en saber que Luis Enrique quería retomar su puesto de seleccionador. "He hablado con Luis Enrique tres veces desde la muerte de su hija: le di el pésame el 29 de agosto, hablamos en una reunión en octubre y hablamos ayer (por el lunes)", señaló el presidente antes de precisar: "Entre esa llamada y la reunión de octubre, Robert Moreno nos dice que Luis Enrique quiere volver. Entonces, Molina (director deportivo de la Federación) y yo nos reunimos en Zaragoza con Luis Enrique el 31 de octubre y nos dice que, efectivamente, quiere volver".

Con dos partidos pendientes de la fase de clasificación para la Eurocopa, Rubiales acepta la sugerencia de Molina: "Me dice que dejemos el tema hasta que se cierre la clasificación". Desde ese momento empiezan a filtrarse las dudas sobre la continuidad de Moreno, sin que Rubiales ponga coto con una respuesta contundente. Ante los medios, el seleccionador se muestra convencido de que Rubiales y Molina no le ocultan nada y que estará al frente de la Roja en la fase final de la Eurocopa. Pero entre esas palabras del domingo y el mediodía del lunes ocurre algo que precipita los acontecimientos.

Según Rubiales, "el domingo, Robert Moreno le exige a Molina saber qué se piensa desde la dirección deportiva. Molina le dice que si Luis Enrique quiere volver vamos a valorar esa posibilidad. El lunes recibimos un mensaje en el que Robert nos dice que quiere acordar su salida y no ser un impedimento para la vuelta de Luis Enrique". Ese mismo lunes, Moreno completa su paso por la selección con un 5-0 a Rumanía que permite a España ser cabeza de serie en la Eurocopa. No hace declaraciones, se despide de los jugadores en el vestuario y se marcha llorando del Wanda Metropolitano.

"Luis Enrique es el líder de este proyecto y siempre hemos dicho que tenía la puerta abierta", recalca Rubiales, un discurso parecido al de Robert Moreno cuando sustituyó a Luis Enrique: "Si algún día decide volver, yo daría un paso al lado". Algo ocurrió entre ese 19 de junio y ayer, que Rubiales no puede o quiere aclarar: "Ni lo sé ni me competen las situaciones personales entre Luis Enrique y su staff. Tendrá que responder Luis Enrique".

También Moreno podría aportar luz sobre lo ocurrido, pero no hablará hasta que haya un acuerdo para rescindir su contrato. El ya exseleccionador y Molina se habían citado en Las Rozas ayer, pero solo aparecieron los abogados de Moreno para resolver el contrato. "No voy a considerar si es una dimisión o un despido. Es una decisión de Robert Moreno", recalcó Rubiales sobre un aspecto importante para determinar el finiquito.

El presidente tampoco pudo precisar el momento de la vuelta del técnico asturiano: "Nos gustaría cerrar todo con Luis Enrique antes del 1 de enero para poder empezar a planificar". Y añadió que "es una regla de oro en el fútbol. El técnico y su staff. Nosotros no vamos a entrar en eso". El cuadro técnico original de Luis Enrique incluía, además de Moreno, a Jesús Casas (tercer entrenador), Rafael Pol (preparador físico) y Joaquín Valdés (psicólogo), además del entrenador de porteros, José Manuel Ochotorena, y asistentes, como el asturiano Juanjo González, encargado de realizar el estudio de los equipos rivales.