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Bale, el abanderado frustrado

El galés desafía de nuevo al Madrid tras su polémica celebración con Gales l ZZ, entre el perdón o dejar que hable el Bernabéu

Bale, el abanderado frustrado

Humor británico, un pulso más al club o simplemente la prueba definitiva de que es un pasota de ceñido pantalón. Así puede entenderse "la última" de Gareth Bale, la de la bandera de su país con la que celebró la clasificación de Gales para la Eurocopa de este verano, la del dragón rojo con la leyenda en inglés "Wales, golf, Madrid. In that order" ("Gales, golf, Madrid. Por ese orden"). Para conocer la historia del lema de la bandera con la que Bale posa junto a sus compañeros de selección sonriente como en una despedida de soltero en Magaluf, no hay que tirar de vexilología. Es una respuesta a su manera a lo que semanas atrás dijo Mijatovic, exmerengue y ahora agente y comentarista de radio y televisión, sobre el de Cardiff: "Bale piensa primero en su selección, luego en el golf y luego ya quizá en el Real Madrid".

La broma de la banderita no hubiera pasado de las risas en las redes de no ser por el historial de lesiones y desplantes que el galés suma desde que fichó por el Real Madrid. El chiste no ha gustado en el club blanco, que asume que, otra vez, Bale será foco de controversia ahora que los de Zidane habían empezado a ganar y había surgido la figura de Rodrygo como nueva esperanza blanca. El Real Madrid, el tito Floren y Zizou se mueven en aguas turbulentas. Por un lado, hay quien defiende que lo principal es pedir explicaciones al jugador y luego tratar de recuperarlo para la causa ahora que, como arte de magia, el galés se ha olvidado durante los partidos con su selección de las molestias que le impedían jugar con el Real Madrid. Zidane, que asume que en buenas condiciones el galés es un activo de primer orden, podría entonces mirar para otro lado y tirar de sonrisa cuando le toque responder sobre la cuestión.

Aunque como no hay mal que por bien no venga, al técnico galo la bromita de la banderita le podría servir como excusa para sentar a Bale y mantener la delantera Rodrygo, Benzema, Hazard ahora que el joven carioca está en racha. Esta decisión también evitaría que el vestuario, cansado de la actitud del galés, se pusiera de uñas si a Zidane y al club les da por "indultar" a Bale sin, por lo menos, un tirón de orejas.

Otra opción para Zidane podría ser la de tragarse el sapo y dejar que sea el Bernabéu el que dicte sentencia. Mañana toca visita de la Real Sociedad -la de Odegaard- y habrá que ver qué hace ZZ, si someter a Bale al castigo de una grada hastiada con el futbolista o protegerlo y esperar a ver si el tiempo cura la herida. Aunque no parece que la ruptura de relaciones diplomáticas entre Bale y el Real Madrid tenga arreglo. La única solución que se aventura es la de abrir de una vez la puerta de salida a Bale.

En esta ecuación puede entrar Mourinho, el que hasta ahora había sido utilizado por el presidente como el "¡que viene el coco, que viene el coco!" para que sus chicos se portaran bien y se fueran pronto a la cama. Mou, ahora del Tottenham de toda la vida tras prometer hasta en dos ocasiones que nunca entrenaría a los Spurs por respeto al Chelsea, podría quitarle de encima el marrón de Bale a su amado presidente. El mismo que hasta no hace mucho defendía que Bale podría ser el portador del estandarte del proyecto post-CR7. Pero lo de Bale como abanderado se frustró a la primera para convertirse en una bufonada. Queda por ver hasta cuándo durará el chiste.

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