Calentaba el OCB y ya se podía intuir que Sergio Arias iba a salir de titular. El ovetense, de 19 años y 1.68 de estatura, era uno de los cinco jugadores que no llevaba ninguna prenda cubriendo la camiseta de juego. Él ya lo sabía con antelación. Javi Rodríguez se lo dijo el martes, cuando se supo que Gunnar Ólafsson y Tre' Coggins abandonaban el equipo. La idea era que Arias jugara cuando estuviera Lemanis en cancha, un base que le iba a hacer sufrir menos en defensa que Torres y que suele salir de inicio. La mayor carga de minutos iba a ser igualmente para Llorente, pero ayer era un buen día para que este joven canterano del Liberbank Oviedo jugará sus primeros minutos más allá de los cuatro segundos que disputó en el primer partido de esta temporada, el que los asturianos ganaron (70-61) al BTTB Mallorca-Palma en Pumarín. La lesión de Llorente hizo que terminara jugando 26 minutos.

Formado en el Oviedo Baloncesto desde benjamín, Arias es un base que ha progresado a pesar de que su físico se lo ha puesto muy difícil. Su hermano, Nacho, mayor que él, también jugó en el OCB.

Arias empezó haciendo la pretemporada con el primer equipo y Javi Rodríguez vio en él a un chico que no se arrugaba ante las dificultades. Jugó los amistosos de pretemporada porque las lesiones lo hicieron necesario y en el primer partido de Liga salió al parqué para hacer una falta. "Es un crack, me gusta la gente valiente y él lo es", dijo Javi Rodríguez de él al término del encuentro perdido ayer ante el Valladolid.

Su actuación, con cinco puntos, dos rebotes y cinco asistencias, también con cinco pérdidas, estuvo muy por encima de lo esperado para un chico que suele jugar en el equipo de Primera Nacional, una categoría en la que compiten equipo de la región, y al que ayer le tocó guerrear con los grandes.