El Sporting B perdió ayer a domicilio una buena oportunidad de poder pescar en las aguas revueltas del Melilla (2-0). El conjunto asturiano gozó de dos buenas ocasiones en los primeros minutos, pero a partir de ahí se fue diluyendo hasta entregar el choque a un conjunto local en el que debutaba en el banquillo Manolo Herrero en sustitución de Víctor Cea. Con esta derrota, el Sporting B rompe una buena racha de tres partidos sin perder, con dos victorias y un empate.

El inicio de la primera parte marcó el destino final de los de Samuel Baños. El filial sportinguista salió muy enchufado al campo, decidido a buscar el gol y con un juego muy bueno con una gran presión sobre el rival que le permitía robar rápido el balón y generar peligro sobre la portería de un Melilla que, por el contrario, había salido muy frío al césped del Álvarez Claro.

Fruto de la superioridad asturiana, a los 6 minutos llegó una primera ocasión, un disparo de César García que despejó a córner con apuros Oleaga. Fue el preludio de la gran ocasión de los rojiblancos y que pudo cambiar el signo del encuentro. A los diez minutos Gaspar se sacó un buen centro que Bertín remató de cabeza al larguero. Grandísima ocasión del Sporting B que no culminó en gol y que acabaría pagando muy caro.

Esta ocasión hizo reaccionar al Melilla, que se puso las pilas y equilibró el partido. Mediada la primera parte el juego se empezó a desarrollar en el centro del campo y escasearon las llegadas al área. Los locales también se aproximaban sobre el área sportinguista (un remate de Richi de cabeza) pero el conjunto rojiblanco también lo hacía como, por ejemplo, en el minuto 32, con un centro lateral de Bertín al que no llegó Villalón por muy poco, o un disparo a bocajarro de Chiki en el minuto 36 que despejó Oleaga y que fue una grandísima ocasión de gol.

Pero del 0-1 se pasó al 1-0 porque en la jugada siguiente el Melilla contragolpeó, el balón le llegó a Rubén Ramos en la banda derecha y éste centro al primer palo, Carlos Fernández remató de forma defectuosa y el balón le acabó llegando a Mawi que solo tuvo que enviar el balón al fondo de las mallas. Un gol con mucha fortuna.

Los de Samuel Baños acusaron el golpe y no fueron capaces de reaccionar en lo que quedaba de primera parte, por lo que se fueron a vestuarios en desventaja de forma justa porque en los primeros minutos se podían haber puesto por delante en el marcador.

En la segunda parte, el conjunto local salió mucho mejor y con la ventaja de tener el viento a favor, factor que, a la postre, sería decisivo. Los locales defendían muy bien y apostaban por salir a la contra. En el minuto 57, Mawi disparó por encima del travesaño, aunque el colegiado había señalado fuera de juego. En el minuto 64, otra vez Mawi tuvo una ocasión: tras una buena conducción golpeó dentro del área, pero su balón se fue por encima del larguero.

El Melilla quería mantener la renta más que ampliarla y el Sporting B no tenía ideas, por lo que el balón transitaba mayoritariamente por la línea medular. En el minuto 81, Mawi recibió de espaldas en la frontal del área, y cedió el balón a Hicham cuyo zurdazo estuvo a punto de batir a Cristian Joel, que sacó el balón con una buena parada a su chut raso.

Y en el minuto 88, el Melilla hizo una buena jugada en la que recibió Ruano dentro del área, contemporizó esperando la llegada de Cebeiro que, llegando desde segunda línea, batió a Joel con un disparo que se coló por la escuadra. Con el segundo gol, el partido quedó visto para sentencia porque el Sporting B, que ya había bajado notablemente sus prestaciones en la segunda parte, bajó los brazos de forma definitiva. A los de Samuel Baños les faltaron ideas en una floja segunda parte, por lo que al final regresaron a Gijón de vacío.