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Un Pogba en el desván

Valverde se destapa como el puntal blanco: con él en el campo el Madrid solo recibió 3 goles

Valverde y Casemiro celebran un gol, con Modric. EFE

En la línea Rodrygo, Vinicius u Odegaard, el Madrid ha encontrado en Fede Valverde a un Paul Pogba en el desván. Ante la imposibilidad del Madrid de hacerse con los servicios del centrocampista francés, al club blanco no le ha quedado más remedio que dejar de comprar el talento y esperar que brote.

Eso es lo que ha sucedido con el Pajarillo. Así es como apodan al futbolista uruguayo. A sus 21 años, oposita para ser el motor en la sala de máquinas de la Casa Blanca. Aunque era previsible que Valverde mantuviera el rol secundario con el que inició la temporada, no ha sido así. El año pasado en Liga jugó solo 16 partidos gozando a ratos de la confianza del poco memorable Solari. Ahora, lleva diez. Algunos de gran nivel como el del Granada o ante el Atlético.

Con Valverde sobre el campo, al Madrid le van mejor las cosas. Marca más y recibe menos. En tiempos de sesudas teorías y de filósofos del fútbol, cumplir ese sencillo mandamiento suele ser lo más saludable para los equipos. Los números no engañan. El club blanco solo ha recibido tres dianas teniendo sobre el césped a Valverde. Por el contrario, ha marcado 26 dianas en con él correteando de arriba para abajo todo el tiempo.

Zidane, eso sí, sigue bebiendo los vientos por Paul Pogba. Ve fundamental para cumplir su mesiánica tarea contar con su compatriota en la plantilla. No lo tiene tan claro la directiva. Que el Manchester United pida 200 millones debe estomagar a cualquiera que sepa de hacer balances. Tampoco son buenos tiempos para abrir una segunda era galáctica. Con clubes-estado rondando a la vuelta de la esquina, el Madrid espera encontrar el talento como el que se topa con un pozo de petróleo en el desierto. De los diez fichajes más caros de la historia del balompié, el Madrid solo ha participado en dos: el de Bale y el de Hazard. El decimoprimero es el de Cristiano Ronaldo.

Fede Valverde encaja en ese esquema. El Madrid lo fichó del Peñarol cuando tenía 17 años por calderilla. Costó cinco millones de euros. Renovó hace una semana. Jugará en el Santiago Bernabéu hasta 2025. Su cláusula es antijeques. Para cancelar su firma, habría que desembolsar 750 millones de euros. Un buen pellizco para cualquiera.

En lo que se concreta el posible fichaje de Pogba, Valverde sigue acumulando buenas actuaciones. Confirmándose como un jugador tan eficiente a la hora de crear fútbol complementario de Modric o Kroos como para destruirlo como Casemiro. Se vio en el duelo contra el PSG en el que Zidane le ensalzó por sus cualidades "box to box". Es decir, por ser capaz de ayudar tanto con el balón como sin él.

Además, Valverde tiene otra cosa buena. Canta cuando no está. Se vio en el duelo contra el Paris Saint Germain en el Santiago Bernabéu en Liga de Campeones. El Madrid estuvo cerca de asegurarse una victoria de prestigio. Iba ganando 2-0, pero el empate francés llego a continuación de la salida de Valverde del campo. Una coincidencia oportuna. Salvo cambio en las posturas e inminente llegada de Pogba a Madrid, el club de Concha Espina tendrá que seguir confiando en futbolistas como Valverde para tener el centro del campo con el que lanzarse a la tarea de dominar el fútbol en la próxima década. Casemiro aún tiene 27 años y le queda cuerda, pero Modric va por los respetables 34 años y Kroos por los 29.

Comodines no le faltan al conjunto blanco con Ceballos de "Erasmus en el Arsenal"; con Odegaard licenciándose en Anoeta o con Kubo saliendo del cascarón en Mallorca. De momento, Valverde le sienta como un guante al Madrid. Con él más marca más y recibe menos. Poco más se le puede pedir al Pogba que salió del desván.

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