El problema es recurrente y no aprendemos. Cada dos meses más o menos pasa lo mismo desde hace un lustro y no aprendemos. Un mes de portadas y de comentarios exagerados para después volver a la negrura del dolor? y no aprendemos.
No aprendemos pese a que la situación se repite trimestre tras trimestre. No aprendemos, no aprendemos y no aprenderemos. Bale vuelve a estar lesionado. Para "sorpresa" de todos aquellos que intentan darle oportunidades lesión tras lesión y dolor tras dolor, el galés repite su ciclo vital y vuelve a dolerle algo, aunque esta vez no sé qué es y, además, la verdad, ni me importa porque me tiene harto de, como dicen los andaluces, su fatiguita. Ya está bien. O lo vendemos o le compramos un gimnasio para que entrene allí o, mejor aún, le convencemos de que se haga profesional del golf o la petanca y nos lo quitamos de encima de una vez, porque es sencillamente desolador ver cómo una y otra vez se quita de en medio. Eso sí, para el 18 de diciembre, fecha del Clásico de nuestra Liga, el "galés errante" estará recuperado porque ese partido lo verán millones de personas en el mundo entero y para eso sí que estará preparado el muy pirata.
Porque yo creo que el problema se encuentra ahí, la "maquinilla de Cardiff" solo tiene ganas de jugar los grandes partidos y ya ha aprendido que con decir que le duele puede saltarse media temporada y solo acercarse al césped en Champions o en partidos reseñables de la Liga.
Madre mía, y a todo esto el Real Madrid se lo come con patatas porque la "pota de Cardiff" tiene la sartén por el mango y se pasa el nombre, la historia y el orgullo madridista por el forro de sus entretelas sin que se pueda hacer nada. Y más cuando cierto sector de la prensa, que toda la vida se ha reído del "trasto de Cardiff" hasta llamándole Forrest Gump, ahora se dedica a ensalzarle y a recordar que es muy bueno y toda esa palabrería.
Con tal de molestar a Florentino Pérez todo vale. Porque en el fondo todo es caza mayor. El presidente del Real Madrid molesta y algunos (me temo que muchos) hacen lo que está en sus manos para que abandone su cargo. El problema es que no lo consiguen porque la gestión es sobresaliente y, claro, eso molesta y cabrea y, por lo tanto, hace salir los demonios de cada uno y ponerlos a la vista de todos negro sobre blanco.
Con muchísimas más luces que sombras Pérez cabalga y muchos ladran. Nada nuevo bajo el sol. Todo tan viejo como la cantinela del "fatiguitas de Cardiff" y su enésima refundación como jugador de fútbol el 18 de diciembre. Al tiempo.
