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La solución para Sporting y Oviedo está en casa

Pedro Díaz y Jimmy se han erigido en motores de la reacción de rojiblancos y azules, respectivamente, tras llegar desde el filial e iniciar el año en el banqullo

Jimmy, ayer, en El Requexón. LNE

Ahogados, con la amenaza del descenso y un horizonte poco motivador, Sporting y Oviedo han encontrado en dos jugadores de la casa el impulso para salir del bache. El rojiblanco Pedro Díaz y el azul Jimmy se han convertido en los motores de los equipos asturianos dando un punto más al centro del campo, desde donde se empiezan a ganar los partidos. Los gijoneses pusieron fin ante la Ponferradina a cinco jornadas sin victorias, toman aire y se sitúan a cuatro puntos de la zona de castigo. Los carbayones encadenan dos triunfos consecutivos con los que han huido del tren del descenso, del que les separa ahora tres puntos.

Presente en ataque y defensa, Pedro Díaz encadena por primera vez tres jornadas consecutivas como titular desde que diera el salto al primer equipo el pasado verano. El dato está acompañado de la mejor versión del centrocampista de La Fresneda, quien tuvo que esperar trece jornadas para volver a saltar de inicio. Su expulsión en Huesca le había salido cara. Desde entonces había tenido participaciones puntuales. Aquella acción que dejó al equipo con diez en El Alcoraz no gustó al entrenador y abrió un periodo para corregir cierta tendencia a cometer faltas evitables.

Pedro Díaz reapareció como titular ante el Tenerife, compartiendo el centro del campo con Javi Fuego. No fue el mejor partido para el Sporting, que perdió 0-2 en El Molinón y abrió un fin de semana en el que José Alberto estuvo más fuera que dentro. El entrenador continuó y Pedro volvió a ser titular la semana siguiente. Lo hizo con un reto añadido ante la baja por sanción de Javi Fuego: liderar la medular junto a Gragera, quien dio el salto desde el filial. La sintonía entre los dos -son grandes amigos desde que coincidieran en el Sporting B- ayudó a que ambos cuajaran un partido notable.

La gran actuación de Pedro Díaz en Anduva acabó subrayada con acciones como el espectacular disparo que armó al inicio de la segunda parte. El sierense hizo gala de una de sus especialidades, los lanzamientos lejanos, para sacar un derechazo que apuntaba a la escuadra de no ser por una soberbia mano de Limones, meta rival. El equipo no pasó del empate, pero mostró maneras. Pedro se ganó a pulso la continuidad.

El partido ante la Ponferradina, con Javi Fuego de vuelta, mantuvo a Pedro en el once. También conservó su influencia. En un día de pésimo juego, el rojiblanco ayudó a frenar los avances rivales y protagonizó algunas de las mejores acciones con balón. Suyo fue el envío a Traver a banda derecha que desencadenó el centro a Djuka que el serbio, de cabeza, no acertó a conectar. La mano de Russo, posterior, tampoco fue vista por el VAR. Antes, Pedro ya había evidenciado un punto de velocidad y atrevimiento para darle salida al balón que dio aire a un Sporting desesperado por buscar el triunfo. El domingo, en la visita al Lugo, apunta a repetir titularidad.

El momento de oxígeno del Oviedo, inmerso en relativa calma tras dos victorias seguidas que le han dado aire con el descenso, tres puntos, deja varias claves positivas para el equipo de Javi Rozada. Y varios nombres propios. La fiabilidad defensiva, motivo de satisfacción para el cuerpo técnico, es una de las más señaladas. El Oviedo encajó dos goles en los dos últimos encuentros por dos fallos individuales, pero se mostró sólido, con la pareja de centrales Carlos Hernández y Arribas cogiendo galones. La capacidad ofensiva (cinco goles en dos partidos) gracias al buen momento de Ortuño, Sangalli, Bárcenas Borja Sánchez o Nieto hizo el resto.

Pero entre todas las buenas noticias, una sigilosa aparición: la de Jaime Suárez Juesas "Jimmy" (Oviedo, 1996). Casi siempre en un estricto segundo plano, el centrocampista ovetense, sensación al final del curso pasado, ha recuperado su forma. Y su sitio en el once. Y al Oviedo le viene niquelado. Y a Javi Rozada, más. El dato es claro: con Jimmy en el once, el Oviedo de Rozada solo ha perdido un encuentro en Liga: ante el Huesca en el Alcoraz (1-3). El resto de partidos con Jimmy como titular, otros cuatro, dos victorias y dos empates. El centrocampista fue la solución de Rozada ante la crisis inesperada después de la victoria ante el Girona, con cinco partidos consecutivos sin sumar tres puntos. El doble pivote de Lolo y Tejera, que parecía asentado, dijo adiós ante el Rayo y trajo la irrupción de Jimmy, que ha venido para quedarse. Su vuelta ha coincidido con el renacer del Oviedo y ha desplazado a Lolo a un segundo plano. El pivote andaluz parece tener un nuevo rol: el de apagafuegos con resultado a favor. Rozada valora su entrega y su actitud (de ahí su defensa férrea antes de sentarlo ante el Rayo). Contra el Rayo salió cuando quedaban seis minutos para aguantar el resultado y el viernes pasado, contra el Alcorcón, sustituyó a Borja Sánchez y se ocupó de despejar balones aéreos.

Jimmy, por el contrario, jugó dos partidos seguidos completos por segunda vez en toda la temporada y por primera vez con Rozada, tras los encuentros ante el Mirandés y el Elche a las órdenes de Egea, que acabaron con la segunda etapa del técnico argentino en Oviedo y la llegada del técnico ovetense desde el filial azul.

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