La Policía Nacional, a través de la Unidad de Delincuencia Económica y Violenta (UDEV), formalizó ayer una denuncia contra el Huesca por atar el resultado del Reus-Valladolid en la penúltima jornada de la temporada 2016-2017. Según el sumario de la "operación Oikos", la investigación sostiene que el conjunto oscense entregó 375.000 euros en metálico a varios jugadores del Reus para vencer al Valladolid, de los cuales 20.000 habrían ido a parar al exjugador del Sporting Aritz López Garai por ejercer como intermediario.

El Reus-Valladolid terminó con victoria del conjunto local. Los catalanes ganaron por dos goles a cero. Con ese resultado, el Huesca se garantizó su concurso en la fase de ascenso a Primera División, aunque al final no lograría el objetivo de subir a la élite al ser eliminado por el Getafe.

La Policía sostiene que el Huesca contactó con los exfutbolistas Raúl Bravo y Carlos Aranda, supuestos cabecillas de la banda de los amaños, para obtener en metálico 125.000 euros y con otros prestamistas hasta alcanzar la cifra de 250.000 euros. También habría financiado la prima por ganar al Reus el por entonces presidente del Huesca Agustín Lasaosa y el médico del club aragonés, Juan Carlos Galindo, entre otros nombres que aparecen recogidos en el sumario de la investigación hasta completar los 375.000 euros empleados para primar al Reus.

Los nombres fueron encontrados durante los registros que llevaron a cabo los agentes en el despacho de Lasaosa, en lo que fue la primera fase de la "operación Oikos". Según la investigación, el exjugador del Reus Íñigo López habría sido el que habría convencido a los jugadores del Reus hablando con Aritz López Garai para participar en la prima por vencer al Valladolid. La devolución del dinero la hizo Huesca hinchando facturas de las obras para remodelar El Alcoraz, su estadio.