La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los deseos del deporte asturiano para el nuevo año

Avilés brinda por los éxitos

Los principales clubes de la ciudad desean un 2020 cargado de triunfos y piden "estabilidad" para sus proyectos

De izquierda a derecha y de pie: Carmen Díez (dragonboat), Rufino Álvarez (voleibol), Javier Carnero (pentatlón), José Ruiz (billar), Borja Iglesias (fútbol), Carlos Fernández (judo), Carlos Pérez (voleibol), José Manuel Sal de Rellán (fútbol), Jesús Iglesias (voleibol), Luis Antonio Megido (tiro con arco), José Ramón Rodríguez (tenis), José Ramón Méndez "Navia" (fútbol), Teo Pozo (fútbol) y Antonio González (fútbol). Sentados, de izquierda a derecha: Mar Díaz (Dragonboat), Laura Osorio (halterofilia), María Carnero (pentalón), Nicolás de las Heras (atletismo), María Lozano y Miriam Martínez (tenis de mesa). P. P.

Se termina el 2019 y el deporte avilesino hace balance de lo que ha logrado. La pausa solo durará unos segundos, como quien dice, puesto que en poco tiempo todos los clubes estarán compitiendo de nuevo, pero ya en el 2020. Un año por el que deporte de Avilés y comarca brindó con LA NUEVA ESPAÑA porque sea una etapa de éxitos y que las lesiones pasen de largo. Desde el fútbol, al baloncesto, pasando por la halterofilia e, incluso, por prácticas tan ignotas para el gran público como el Dragonboat -una disciplina de remo- todos en el deporte local tienen hambre de seguir batiendo récords.

En el fútbol, el 2019 ha sido un gran año. No para el Real Avilés, que volvió a cerrar otro año más sin saber qué va a ser de él. Con otro grupo gestor a la cabeza del club de Tejero que, a su vez, baraja la idea de ceder parte de esa gestión a otro grupo, el club del Suárez Puerta vive en una permanente crisis. Con 15 puntos, prácticamente sin jugadores, sin entrenador definido y sin una estructura que amaine el temporal, el conjunto avilesino está en descenso a Regional Preferente. Una penitencia que lleva librando dos años: Una de rebote y otra gracias al tesón de una plantilla que no cobró sus obligaciones hasta el último mes.

"Estabilidad. Es lo único que le pido al año". Ese es el deseo de Ulpiano Cervero, el director de la Escuela del Real Avilés. Y si de estabilidad se trata, el Navarro, que logró seis años después regresar a Tercera, podría ser el ejemplo. Sin mastodónticos recursos, pero una voluntad de hierro, los de Tabiella aspiran a salvarse tras su regreso. De lograrlo, el Avilés Stadium y el Podes bien podrían encontrarse con los dos avilesinos en Tercera. "Ojalá en 2020 sigamos la misma línea", contó Sal de Rellán el presidente del Stadium. El Llaranes, que debutó en Preferente 2019, y que lucha por salvarse, también ha cerró un año mágico.

Fuera de la comarca, el éxito sin parangón es el del Marino de Luanco. El conjunto que preside Luis Gallego ya no es una sorpresa. Hace tiempo ya que es el referente futbolístico de la comarca prácticamente sin oposición. Un gol de Emilio Morilla en Sestao, allá por el mes de junio, devolvió a la categoría de bronce al conjunto de Oli tras una agónica prórroga. La Segunda B cada vez es más el hábitat natural de un Marino de Luanco, que, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, cierra el 2019 fuera del descenso y con muchas papeletas para salvarse. Será bueno para ellos y para los interesados en Tercera.

En polideportivo, el 2019 fue un año de éxitos. El Toscaf Atlética Avilesina de balonmano logró jugar la fase de ascenso a División de Honor Plata tras 19 años sin conseguirlo. Los pupilos de Juan Muñiz este año no andan tan finos, pero el proyecto, tal y como explican hasta la saciedad, es a largo plazo. En rugby, el Pasek Belenos luchó por subir a División de Honor B en lo deportivo. No lo lograron, pero consiguieron hacerse con una plaza en la Segunda División. Por arriesgado que pareciera el cambio -en Avilés los ascensos no deportivos no suelen salir bien- el salto de categoría ha sentado de maravilla al club. Están haciendo su mejor registro de puntos de la historia en la categoría. "Lo que pido a este año es la permanencia, que el club siga creciendo, que se estabilice el conjunto femenino y unas instalaciones dignas para este deporte", deseó Felipe Blanco, el presidente del Belenos.

El ADBA de baloncesto, que acaba de cambiar de entrenador, logró con Juanjo García un año más la salvación en Liga Femenina 2. En baloncesto adaptado, el Garmat Avilés, la sección adaptada del deporte de la canasta del club Cosa Nuesa, paró el corazón a todo el mundo del deporte en Asturias y España tras el accidente que sufrieron en el Huerna. No hubo que lamentar daños personales, pero sí materiales. Afortunadamente, desde el accidente, que fue en abril, ya ha pasado tiempo y el Garmat ha vuelto a la normalidad. En voleibol, tanto el Fertiberia Los Campos como La Curtidora Universidad de Oviedo siguen haciendo buenos papeles en la Primera División, la tercera categoría del voleibol en España. Las corveranas aspiran a cotas altas y las avilesinas a no pasar apuros en una categoría que es muy disputada y donde se ve espectáculo todos los fines de semana.

El judo siguió siendo un deporte pujante en Avilés con todos sus representantes. Y si de nombres propios hay que hablar, conviene citar a Ariane Toro, del Judo Avilés, que logró una plata olímpica -entre otros éxitos- y, a pesar de sus 16 años, es ya una firme promesas del deporte de la ciudad. "Pido salud, que nos respeten las lesiones, que celebremos títulos y éxitos y que el deporte de Avilés salga poco a poco de la sombra en la que está", aventuró Carlos Fernández, entrenador del Judo Avilés para el próximo año.

En halterofilia, un deporte que pasa mucho tiempo alejado de los focos, en la comarca avilesina también hay una joven figura. Se trata de Laura Osorio, que aspira a dejar su sello en los campeonatos nacionales el curso que viene. Sin olvidar al Centro Asturiano de la Habana, ni de los incansables Javier y María Carnero o del genial atleta que es Nicolás de las Heras.

El 2019 ha dejado momentos fúnebres. El más significativo fue el fallecimiento de Manolo Galé, el mejor embajador que ha tenido el tenis asturiano, presidente de la Federación Regional durante años y responsable de que en Asturias se organizaran cinco eliminatorias de la Copa Davis, tres de ellas en Avilés. Desde el Real Club de Tenis de Avilés, una entidad que el propio Galé presidió, se le sigue recordando.

El mejor homenaje será el próximo agosto 2020 con la recuperación del torneo de tenis playa de Luanco. En definitiva, que el 2020 puede ser un gran año como de una u otra forma lo ha sido el 2019. Con los grandes clubes o con los logros de deportistas individuales como Miriam González del Corverastur de tenis mesa o con entidades cuyo valor es incalculable, como el Dragon Rosa de Dragonboat destinado a mujeres con cáncer de mama, seguro que los avilesinos tienen mucho que celebrar a lo largo del nuevo año.

Compartir el artículo

stats