A los cubanos Yailán Hechavarría y Magnol Suárez, el Carlos Tartiere les pilla muy cerca de casa y cuando no les coincide con los partidos del Unión Financiera Base Oviedo se van al campo a animar al Real Oviedo. "Nos gusta el ambiente del Tartiere, la gente es muy sociable; estamos convencidos de que por lo menos la permanencia la conseguirán", dicen. Otro que cada vez que puede asiste el municipal ovetense es Davis Geks. En su caso tiene como referente a Jimmy. No es casualidad. El fisioterapeuta del equipo, Nacho Suárez, es el hermano de Jimmy y vive con pasión la actualidad azul. "Espero que salga de ahí abajo", dice el letón, para quien el Oviedo Baloncesto es "una gran familia" y, por lo tanto, empatiza mucho con el sufrimiento de su fisioterapeuta. La que más siente como propio al Real Oviedo es, lógicamente, Gigi Moreira, que confía totalmente en los chicos: "Vi el último partido y estuvieron luchando y sufriendo, nosotras estamos siempre tratando de apoyarlos y esperando que saquen buenos resultados porque somos un equipo". Menos habitual en el Tartiere es Kristina Dzhanhobekova, aunque en su caso desea que a todos los equipos de Oviedo "consigan sus objetivos y sean felices con lo que hacen". Tampoco Brenda Torres es una de las fijas en el Tartiere pero también ella espera que el equipo más seguido de la ciudad tenga un buen 2020, supere con holgura la batalla por la permanencia y después se marque nuevas y más ambiciosas metas.
