Hubo sorpresa en Gijón con el vencedor de la "San Silvestre". Moha Bakkali, corredor del Universidad de Oviedo y vencedor de las últimas dos pruebas, las de 2018 y 2017, cedió el primer puesto a su compañero de equipo Martín Acebes. Isabel Barreiro fue la más fuerte entre las féminas.
La nueva salida de la prueba, situada en la avenida de Castilla, favoreció un recorrido en el que los primeros clasificados pusieron tierra de por medio en el primer kilómetro. El buen tiempo acompañó a una de las pruebas más disputadas de los últimos años. Acebes se benefició de su buena salida y pronto tomó la delantera ante Bakkali. Con ellos se situó Raúl Bengoa, del Team Nespral-Planta Sana, que aguantó el ritmo de los corredores del Universidad de Oviedo e incluso les aventajó en algún tramo de la carrera. Finalmente, Acebes, con un tiempo de 17:34 y un ritmo de 2 minutos y 56 segundos el kilómetro, aventajó a Bakkali en 16 segundos y se alzó con la 50.ª edición de la "San Silvestre" gijonesa. El corredor disfrutó de una victoria que viene a recompensar el trabajo hecho durante el año como el mismo explicaba tras cruzar la línea de meta.
"Este año me fui a vivir a Madrid y allí estoy entrenando con gente de mucha calidad, esto me está ayudando a crecer y estoy muy contento", explicó Acebes. Bengoa, Bakkali y el vencedor fueron casi de la mano durante una larga parte del recorrido. Entre los tres, con miradas de reojo para ver cómo se encontraban sus rivales, fueron controlando la carrera. "En el Náutico di un paso adelante, quise cortar ahí la carrera con un último cambio y entre los aplausos de todo el mundo y el ánimo de ver el final de meta, llegué en volandas", explicó el ganador.
La prueba gijonesa volvió a batir su récord de participantes con 7.000 atletas con dorsal y varios centenares de aficionados que corrieron por mera diversión. Las calles de la villa estaban repletas de gente con ganas de ver una buena carrera. Algunos de los participantes portaban mensajes reivindicativos. Era fácil encontrar a corredores del Grupo Covadonga portando leyendas como "SOS Anillo Navegable". El piragüista olímpico Saúl Craviotto, era uno de ellos.
La primera mujer en cruzar la meta fue la corredora del Atlético Gijonés El Fumeru, Isabel Barreiro, con un tiempo de 19 minutos y 10 segundos. Tras ella Beatriz Álvarez, 15 segundos por detrás de la vencedora. Tercera fue Paula González, del Gijón Atletismo, quien también empleó un tiempo inferior a los 20 minutos en recorrer los 6 kilómetros de los que consta la prueba.
"Sabía que sería muy difícil porque conozco a Bea, ella es muy fuerte. Salí dispuesta a sufrir y a correr mucho y tenido un buen premio.", dijo la vencedora de la prueba. Esta no es la primera victoria de Barreiro (que recientemente participó en el europeo sub23 de campo través en Lisboa) en Gijón, es su segunda consecutiva y espera alcanzar algún día el récord de Beatriz Álvarez, a la que se impuso por primera vez y quien sumaba ya 8 victorias en la San Silvestre gijonesa. "Espero alcanzar algún día su registro, seguiré entrenando y disfrutando del atletismo, quedan muchos años para seguir sumando, es un orgullo haber vencido y espero volver el año que viene", dijo la atleta.
La de Gijón es la prueba de este tipo más veterana del circuito asturiano y año a año suscita el interés de más corredores. Uno de los principales problemas es la aglomeración que se origina en la salida y en la llegada. Tener una buena posición para dar el primer paso es muy importante. Al ser una carrera de carácter popular es muy difícil poder contentar a todos los corredores. El final de etapa es especialmente emotivo para muchos. Así se pudieron ver en Gijón corriendo a centenares de atletas de todas las edades, algunos incluso en silla de ruedas. La San Silvestre gijonesa mostró músculo en el final de 2019.
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