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Damián Quintero | Número 1 del ranking mundial de kárate

"Que Craviotto sea el abanderado de España en Tokio es de justicia"

"He pasado de trabajar ocho horas diarias y entrenar lo que me permitían mis descansos a dedicarme a tiempo completo al deporte"

Damián Quintero, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. MARCOS LEÓN

La vida le ha cambiado mucho en los últimos años al malagueño Damián Quintero. A sus 35 años, este karateca, casado con una gijonesa, buscará la primera medalla para España en una disciplina que se estrena en unos Juegos Olímpicos. El actual número 1 del ranking mundial de la World Karate Federation fue Campeón del Mundo en 2014 y Campeón de Europa en 10 ocasiones. Es además ingeniero aeronáutico y un amante del deporte en general.

-¿Qué le trae por Gijón?

-La familia. Nos dividimos durante estas fiestas entre Gijón y Málaga. Me gusta mucho la ciudad, estos días tampoco hace tanto frío y no llueve. Estamos muy bien aquí.

-¿Qué espera del año que ahora comienza?

-Que sea un gran año. Tengo ganas de seguir entrenando duro y pongo la mirada en conseguir una medalla en Tokio 2020.

-¿Ya tiene el billete sacado?

-He ganado mi plaza así que podríamos decir que sí. Tengo muchas ganas de que llegue agosto.

-¿Cómo consiguió su lugar?

-Nuestras plazas son nominales. Somos 4 por ranking olímpico y ahora mismo soy el número dos. Esto es muy importante porque solo el primero y el segundo serán los cabezas de serie en Tokio 2020.

-¿Se ve con una medalla?

-Soy muy competitivo, no lo voy a negar. Quiero disfrutar de unos Juegos Olímpicos, pero también quiero una medalla.

-¿Quiénes son los favoritos?

-Creo que será Rio Kiyuna. Es japonés así que luchará en casa, tendrá de su lado a la grada y querrá vencer. Está siendo un duro rival en los campeonatos del Mundo y será el rival a batir. Entre él y yo nos lo jugamos todo.

-¿Hay algún rival más que le preocupe?

-Hay mucho nivel. Antonio Díaz, venezolano, bicampeón mundial. Alí Sofuoglu, un turco muy duro que siempre está en las quinielas. Quizás quitando las plazas de Oceanía o África, que igual tienen menos nivel, el resto son los mejores del mundo.

-¿Qué le parece la opción de que Saúl Craviotto sea abanderado?

-Muchos deportistas serían unos grandes abanderados. Lydia Valentín, Mireia Belmonte, Carolina Marín, pero es de justicia que lo sea Saúl Craviotto, tiene un palmarés envidiable.

-¿De qué manera afecta al kárate que ahora sea olímpico?

-Ha dado un vuelco tremendo al deporte. La visibilidad que adquiere, la cercanía de los sponsors, la prensa, en definitiva, la vida te cambia totalmente.

-¿A usted le ha afectado?

-He pasado de trabajar ocho horas diarias y entrenar lo que me permitían mis descansos a dedicarme a tiempo completo al kárate. Ha sido un cambio esencial para mi carrera deportiva.

-Que el kárate sea disciplina olímpica quiere decir que otra lo ha dejado de ser...

-Es lo malo, sí, no lo vamos a negar. Es la cuota a pagar en unos Juegos. Los karatecas de todo el mundo tenemos unas 80 plazas para Tokio 2020. En España estaremos en unas 70.000 fichas. Son unas buenas cifras que tenemos que mejorar a nivel federativo. Francia tendrá unas 250.000 y, por ejemplo, Irán, cerca del millón.

-¿Cómo puede mejorar el kárate?

-La clave es que salgan figuras especiales, como Craviotto, Carolina Marín, Mireia, así se consigue un gran empujón para el deporte. Es difícil, pero hay que buscarlo.

-¿Que una deportista sea la máxima dirigente del deporte español es una buena noticia?

-María José Rienda era lo que hacía falta en un puesto así. Alguien que vaya a mirar por los deportistas tiene que haber pisado un tatami, haber nadado o corrido en atletismo. Tampoco debe ser una persona sin formar, tiene que ser alguien que conozca las necesidades de los deportistas.

-¿El COE también vive un buen momento?

-Alejandro Blanco es Dios para mí. Ha sido el presidente de todos los deportes, tiene las puertas abiertas siempre. A veces eso no ocurre en el CSD, pero en el COE es una premisa.

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