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El OCB mantiene la confianza en el entrenador y sopesa hacer un fichaje

La plantilla apoya al cuerpo técnico y se conjura para cambiar el rumbo de un equipo que va a iniciar la segunda vuelta en descenso

Javi Rodríguez, en el centro, da indicaciones a sus jugadores durante el partido ante el Huesca. IRMA COLLÍN

El enfermo está grave pero tiene cura sin necesidad de amputación. Ese es el diagnóstico que se ha realizado en el Liberbank Oviedo Baloncesto, donde no se plantean la posibilidad de cambiar el director de una orquesta que últimamente ha desafinado demasiado. El club, hasta ahora reticente a salirse de su política de austeridad, sí que se ha empezado a plantear la posibilidad de reforzar la plantilla si el mercado ofrece una oportunidad que pueda aportarles algo. Siempre y cuando no suponga un gasto excesivo para un club que cuenta con un presupuesto muy ajustado.

La derrota (76-46) del viernes ante el Melilla fue un batacazo de impresión no tanto por perder como por la forma en la que se hizo, por una diferencia de treinta puntos y dejando muy malas sensaciones. La incapacidad de anotar del equipo de Javi Rodríguez preocupa y es por eso que en el club se plantean la posibilidad de hacer un refuerzo para la línea exterior, alguien con facilidad para hacer puntos. Esa operación, unida al regreso del lesionado Álex Reyes, que debería estar de vuelta en el partido del domingo (18 horas) ante el BTTB Mallorca-Palma, podría cambiar la imagen de un OCB que muchas veces se queda sin ideas cuando los tiros dejan de entrarle.

Pero más allá de que llegue o no algún refuerzo, lo que sí tienen claro el club, el cuerpo técnico y los jugadores es que son ellos los que tienen que sacar al equipo adelante y evitar un descenso que sería una catástrofe para un club que en seis temporadas se ha convertido en uno de los equipo más solventes y regulares de la LEB Oro, clasificándose cinco veces para disputar los play-off de ascenso a la ACB.

El domingo empieza la segunda vuelta y, más allá de que se consiga o no ganar en una pista tan complicada y ante un rival tan duro como el mallorquín, probablemente el club con el presupuesto más alto de la categoría, lo que se espera es ver algo diferente de un OCB que en los dos últimos partidos (la derrota ante el Canoe en casa por 62-78 fue también un golpe muy duro) ha ofrecido quizás la peor imagen de toda la temporada.

La recuperación ha de hacerse efectiva lo más rápido posible porque el calendario no da tregua y, tras dos partidos muy difíciles (el del domingo y el siguiente en casa ante el Breogán), vendrán otros tres determinantes en la lucha por la permanencia: la visita al Ourense, el duelo ante Lleida en Pumarín (los dos equipos están ahora empatados a cinco victorias) y el de Almansa a domicilio. Tres semanas en las que el OCB necesita sumar el máximo número posible de victorias para tomarse un respiro en la clasificación y ganar tranquilidad.

El Liberbank Oviedo ya tuvo que hacer movimientos esta temporada al cortar a tres de los fichajes que había realizado, Tre' Coggins, Gunnar Ólafsson y Guim Expósito, para después fichar a otros dos: Davis Geks, que regresaba al club de Pumarín, y Jorge Sanz, que venía a sumar en el puesto de base, uno de los que más quebraderos de cabeza ha dado esta temporada y por donde quizá pase también un posible refuerzo.

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