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Baloncesto | LEB Oro

El OCB cae pero da señales de vida

El Liberbank Oviedo, que sigue en puestos de descenso, planta cara a uno de los equipos más fuertes

Jakstas, de espaldas, y Wright tratan de hacerse con el rebote ante a Olumuyiwa, con Geks a la izquierda y Reyes a la derecha. DIARIO DE MALLORCA

El consuelo de haber mejorado el juego es escaso para el Liberbank Oviedo Baloncesto, que ayer perdió su tercer partido consecutivo y que se consolida en los puestos de descenso, pero debe agarrarse a esa reacción, a las prestaciones que ofrecieron jugadores como Sergio Llorente, que llevaba muchas jornadas perdido y que ayer dio otra imagen, y a la actitud de un equipo que se lo dejó todo en la cancha para intentar sumar una victoria que hubiera sido una eficaz medicina de producirse.

El partido ante el BTTB Mallorca-Palma sirve para sacar algunas conclusiones, como que Álex Reyes es totalmente imprescindible en este equipo tanto por sus puntos como por su aportación en el rebote. Los dos partidos que se perdió el cacereño fueron un desastre para el OCB y su regreso les dio ayer otro aire. También Oliver Arteaga va a más cada jornada, algo que no puede decirse de un Devin Wright al que le está costando un mundo encontrar su mejor nivel. Los problemas de anotación del equipo carbayón son grandes, pero tampoco se quedan atrás los que tienen en el juego interior, con un pívot como Arteaga, al que ya le va costando hacer grandes alardes físicos, y con un Wright que no está aportando todo lo esperado en la faceta defensiva y que tampoco está tan fino como para sumar en otros aspectos del juego.

Pero, con sus virtudes y con sus defectos, el OCB planteó ayer un partido muy serio, siendo capaz de superar un primer cuarto del que se fue con una considerable desventaja (22-13). En el segundo parcial, las cosas mejoraron para los visitantes, con un Llorente que se quitó un montón de complejos y que aportó siete puntos a su equipo para que el marcador se fuera equilibrando. De hecho, una canasta de Jakstas a cinco minutos del descanso puso a los visitantes por delante (27-28). Llegó la reacción local con un espectacular Thomas Bropleh y el partido llegó al ecuador con una ligera ventaja del equipo de Palma de Mallorca (43-38).

El tercer cuarto del OCB también dejó cosas positivas y la sensación de que el de ayer era un partido que se iba a resolver en los últimos instantes, algo que finalmente no sucedió. Hay que decir también que los de Oviedo plantaron cara a un BTTB Mallorca que tuvo acierto y en el que sus jugadores cuajaron un gran partido, algo que necesitaron para que la victoria se quedara en la isla. Una victoria que se empezó a gestar en los primeros minutos del último cuarto, con un triple de Bertone y cinco puntos consecutivos de Joan Tomas que dieron a los de Félix Alonso una ventaja de ocho puntos (70-62). Pero no se dejó ir el OCB, como hizo en partidos como el que perdió en casa ante el Canoe, y a 2.59 del final un triple de Sergio Llorente le puso a tres puntos (77-74).

Tuvo a continuación Geks un triple para empatar, pero lo erró y el Mallorca se apresuró a dar por cerrado el partido, aprovechándose de los errores del OCB y de la ausencia de un Jakstas que no pudo jugar los últimos minutos por llevarse un golpe que obligó a que le pusieran puntos de sutura. Al final, una derrota más de un OCB que volvió a estar mal desde la línea de tres (7 triples en 26 intentos), pero que al menos ofreció argumentos para que haya esperanza en una resurrección. Su afición ansía que sea rápida porque el margen de maniobra se está agotando.

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