En su salida al campo el domingo, el Real Avilés sorprendió a la afición con una nueva camiseta: con más color azul que la anterior, un ribete granate sobre los hombres y firmada por "Elitepro", una empresa de ropa deportiva con sede en Castellón. El pantalón, en un azul acorde a la zamarra, llevaba el sello de Genuins, compañía que fabrica zapatillas con prefijo de Alicante. La nueva equipación gustó en el graderío, que ponía un único pero: "Se confundía con la del Condal". Tras el paso por los vestuarios, los blanquiazules volvieron a vestir el blanquiazul de Sacer, la empresa propiedad de César Gálvez, exentrenador realavilesino, que desde el inicio de la campaña viste al primer equipo y a la cantera del club. Por el Suárez Puerta se extendió el rumor de que el cambio sido orden del árbitro. Desde el vestuario se dijo que el cambio de equipación se debía a que una de las camisetas se había roto y, al no tener repuesto, todos habían tenido que enfundarse la zamarra de Sacer. Pero nada más lejos de la realidad. El grupo Horizonte había previsto cambiar la indumentaria y no se percató de que, haciéndolo, estaban incurriendo en un posible incumplimiento de contrato. Tras una aviso en el primer tiempo se dio orden de ejecutar el cambio. Todo apunta a que este año no habrá otra camiseta que la de Sacer.