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Vía crucis y resurrección

El Liberbank Oviedo hace uno de sus partidos más serios de la temporada para ganar en la prórroga al Breogán y salir de los puestos de descenso

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El Liberbank Oviedo gana 72-66 al Breogán en Pumarín

El final por fin fue feliz para el Liberbank Oviedo, que ayer sumó una victoria que debe servir para devolver la confianza a un equipo que venía en caída libre. Los de Javi Rodríguez plantearon un partido muy serio, defendieron con intensidad e inteligencia, y se llevaron en la prórroga una victoria que les saca de los puestos de descenso. Y eso que al OCB le faltó muy poco para estropear el trabajo de todo un partido en los últimos instantes. La pérdida de balón en un saque de fondo de Álex Reyes cuando el equipo iba ganando por cuatro (60-56), respondida con un triple de Soluade (60-59), y el tiro libre que falló después Arteaga para dejar el marcador 61-59 a 32 segundos del final, permitió al Breogán empatar a 61 y llevar el partido a la prórroga. Cuando el OCB lo tenía en la mano, estuvo a punto de tirarlo todo por la borda. Pero le echó garra y personalidad para superar a uno de los rivales más complicados de la LEB Oro y sumar un triunfo que debe servir para cambiar el rumbo y llevar al equipo a una permanencia que va a tener que pelear jornada a jornada.

El partido comenzó con un quinteto en el que Javi Rodríguez decidió jugar sin pívot, colocando en esa posición a Jakstas, con Nuutinen al cuatro. Un quinteto que le dio buenos resultados en otros partidos y que le permitía guardarse la carta de Oliver Arteaga para más adelante. En este inicio se vio a un Sergio Llorente que ejerció de base más que nunca, leyendo muy bien el partido y encontrando bien a sus compañeros. La defensa estaba siendo muy sólida, llegando siempre a tiempo para puntear al tirador y con Jakstas y Nuutinen impidiendo que los interiores del Breogán estuvieran cómodos. Las cosas funcionaron en el primer cuarto (23-17), pero no tanto en el siguiente.

El segundo fue un cuarto trabado, en el que al OCB le costaba encontrar vías para anotar. Lo bueno fue que mantuvo esa solidez defensiva que le permitía ir siempre por delante en el marcador. Un cuarto en el que también llegó uno de los momentos claves del encuentro. El exjugador del OCB Roope Ahonen, ahora en las filas del Breogán, hizo un mal gesto y se fue al suelo roto de dolor. El finlandés no pudo volver a la cancha, lo que dejó al cuadro gallego sin su máximo anotador. Ente una cosa y otra, el OCB se fue al vestuario con una pequeña renta de tres puntos (37-34).

Tras la salida de vestuarios, el Liberbank Oviedo tuvo sus mejores momentos del partido. Ayer, por fin, se vio al Oliver Arteaga de las grandes ocasiones, ese que no deja de sumar para su equipo en los dos aros y a un Álex Reyes que supo aportar al equipo a pesar del marcaje de la defensa del Breogán. Jakstas también tuvo personalidad y acierto para desatascar al equipo en sus momentos más complicados. En ese tercer cuarto, el OCB fue capaz de construir una ventaja que llegó a ser de 12 puntos (53-41) a 1.03 de concluirlo y que se quedó en once puntos (53-42) para afrontar los últimos diez minutos.

Y en un instante todo el trabajo de treinta minutos quedó en nada. Un par de pérdidas de Sergio Llorente y una serie de errores encadenados dejaron el partido en empate a 53 a falta de 6.35 para acabar. Tocaba empezar de nuevo. Y llegó Jorge Sanz, alguien cuya virtud no es el tiro, para anotar un triple fundamental (56-53). A partir de ahí, de nuevo el OCB se asentó en el campo y tomó el mando del partido. Hasta el error final de Reyes. Y, cuando parecía que de nuevo la moneda iba a salir cruz, Jakstas se erigió en líder del equipo para que la victoria se quedara en Oviedo tras una agónica prórroga que acabó en una esperada resurrección.

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