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El Candás, un club en familia

Jesús Hernández Borge preside el equipo de Carreño que entrena el mediano de sus hijos, Pablo Hernández

Pablo Hernández Castroagudín junto a su padre, Jesús Hernández Borge, ayer, en el campo de La Mata, en Candás. PAULA FERNÁNDEZ

El Candás Club de Fútbol es un equipo de casa. Y ahora, más que nunca. El recién nombrado presidente, Jesús Hernández Borge, comparte colores con su hijo, que ocupa el puesto de entrenador del conjunto rojiblanco, Pablo Hernández Castroagudín. El amor de ambos por el Candás viene de lejos. Jesús es el socio número 63 y vivió hace años con emoción los partidos que disputaron sus hijos Ismael y Pablo, cuando llegaron a jugar la final de la Copa Federación. Ahora, padre e hijo ocupan las máximas responsabilidades dentro del cuerpo técnico y directivo del equipo de fútbol candasín.

El hecho de ser padre e hijo no debería levantar suspicacias en el devenir del Candás CF. Los dos lo tienen más que claro. "La relación personal que tengo con mi padre no va a cambiar porque él sea el presidente", dice Pablo. Su padre opina más de lo mismo y va más allá. "Quizá si de entrenador estuviese otra persona, me costaría más decir las cosas, pero al ser mi hijo, la comunicación es más directa", apunta Jesús. Eso sí, los dos esperan que las confrontaciones, si las hubiera, de temas futbolísticos se quedarán en el terreno de juego. Nada de llevar problemas de vestuario a casa, ni viceversa.

Los dos recalaron en el Candás esta temporada para intentar hacer algo más por el equipo de su pueblo. Primero lo hizo Pablo, quien tomó la decisión de entrenar a la plantilla rojiblanca después de ofertas de otros clubes, que fueron rechazadas por su reciente paternidad. Ahora, incluso dirige a compañeros y amigos con los que compartió vestuario en el Candás durante varias temporadas. Eso sí, tiene claro que los sentimientos personales los dejará fuera del campo. "Mis amigos entienden que puedo echar una bronca como entrenador pero luego la relación personal sigue siendo la misma", explica el técnico rojiblanco, quien se marca como objetivo de la temporada dar una carga extra de optimismo en la plantilla para que las cosas salgan bien y así la afición vuelva de nuevo a La Mata animada por los buenos resultados del club.

Jesús, por su parte, se marca como retos formar una directiva que aúna hombres y mujeres y que, además, implique a la sociedad candasina. Al fin y al cabo, padre e hijo remarán en la misma dirección para que el Candás Club de Fútbol llegue a lo más alto posible durante la campaña presente.

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