El Unión Popular de Langreo y el Real Madrid Castilla quedaron, como había ocurrido en la ida, en tablas. Un punto que al equipo azulgrana le sirve para escalar una posición, salir del descenso y ocupar la plaza de promoción. El empate (1-1) lo consiguió frente a un filial madridista que dejó una buena impresión en el Nuevo Ganzábal, con mucha llegada aunque frenado por el trabajo defensivo del equipo azulgrana, y que desde el pitido inicial salió decidido a por los tres puntos.

En los primeros minutos, el Langreo se centraba en contener con eficacia las galopadas de los pupilos de Raúl González y a salir al contragolpe. Pero, aunque el Castilla tuvo más posesión, la escuadra que dirige Dani Mori llegó a equilibrar el partido y dispusieron también de ocasiones para marcharse con la victoria. El Langreo se fue al descanso con un gol y con una ocasión clara desbaratada por la defensa del Castilla. Marc Nierga fue el autor del tanto, en una jugada que inició Davo con un centro desde la banda izquierda, que cabeceó el delantero catalán.

Y tres minutos después pudo anotar el segundo tras el pase defectuoso del Castilla, con el que se hizo Cristian y que le dejó a Nierga. Guillem sacó bajo los palos el balón, que se dirigía al fondo de la red, cuando la afición de Ganzábal se preparaba ya para cantar el segundo tanto de su equipo en el partido con mejor entrada de la temporada. El primer tiro a puerta del encuentro había sido para el Castilla, que se había lanzado nada más pitar el árbitro hacia la portería rival. El peligro del Langreo lo llevaba Davo, que lo intentaba una y otra vez.

El tanto del Castilla llegaría en el minuto 56 y su autor fue el debutante Marc Gual. Dos minutos antes el delantero madridista había disfrutado de otra buena ocasión, que sacó Ramiro de espuela cuando ya entraba en la portería. Además, previamente el árbitro había anulado una jugada suya en la que se quedó solo ante el portero langreano, que se tuvo que emplear a fondo durante el encuentro. En el minuto 76, Davo estrelló una pelota en el larguero. Al final un punto para cada equipo, que no deja contento a ninguno.