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Polo y la madurez del gol

Tras pasar por seis equipos, el delantero avilesino encuentra en el Navarro el entorno ideal para explotar sus condiciones

Polo, con la camiseta del Navarro. MARA VILLAMUZA

Gracias a los goles de Polo, el Navarro va camino de asentarse en Tercera División en su nueva etapa. Con los dos que logró en Pola de Siero, el delantero avilesino ya suma once en 23 jornadas y está muy cerca de superar su mejor registro, los trece de la temporada que jugó en el Langreo. Diego Polo Vigil (Avilés, 26-3-95) sale casi a equipo por año y ahora parece haber encontrado el entorno ideal para explotar sus condiciones. "El Navarro es un club que te hace disfrutar del fútbol", asegura, hasta el punto de que no se plantea marcharse salvo que surja una oportunidad en Segunda B.

En teoría, el pasado verano Polo dio un paso atrás al recorrer los pocos kilómetros que separan el Suárez Puerta de Tabiella. Pero ahora está convencido de que acertó. "La temporada pasada fue tan mala que no me gusta ni recordarla", dice en referencia al Avilés. La llamada del entrenador del Navarro, Héctor Suárez, acabó de convencerle: "Pude ir a equipos punteros de la categoría y cobrando más, pero yo solo quería estar a gusto. Ya conocía el club de mi etapa de juvenil y estoy encantado".

"Vuelvo a disfrutar como un niño", se entusiasma Polo, que destaca el compañerismo que reina en el vestuario del Navarro: "Si llevo tantos goles es gracias al trabajo del equipo. Por eso llevamos una racha tan buena. El partido contra el Siero era muy importante para alejarnos en la clasificación. Si seguimos entrenando igual y con este buen ambiente podemos hacer una gran temporada".

Polo se dio a conocer en Tercera División en equipos modestos como el Ceares y el Mosconia, lo que llamó la atención del Marino. El delantero reconoce que ahí se le escapó la oportunidad de dar el salto hacia metas más altas. "El problema en el Marino es que jugábamos con un 4-3-3 y el entrenador me ponía casi siempre en la banda". A él le gusta jugar en punta, como en su época de juveniles, cuando llegó a los 25 goles, o en el Langreo, donde estableció su mejor marca en Tercera con 13, lo que le convirtió en segundo máximo goleador del equipo: "Subimos a Segunda B y no contaron conmigo".

Confía en que ahora, con sus buenos datos goleadores, le llegue la oportunidad de dar un salto hacia esa categoría. "Espero llamar la atención de equipos de Segunda B, incluso de fuera de Asturias. Antes no me planteaba salir, pero ahora ya me siento lo suficientemente maduro y me gustaría probar". Mientras tanto quiere seguir ayudando al Navarro, además de ejercer como entrenador en el Quirinal de Segunda alevín. "Me gusta mucho entrenar. Estoy disfrutando mucho con los niños, tanto como jugando".

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