El Caudal Deportivo volvió ayer a reencontrarse con la victoria. Lo hizo en un partido más cómodo de lo que dice el resultado, porque el dominio de los mierenses solo se tradujo en dos tantos a favor, sacando a relucir uno de los puntos débiles de los mierenses, la puntería. El Llanes, por su parte, trató de meter en aprietos a los mierenses con un buen partido de sus hombres de arriba, que aunque no tuvieron su mejor día, sí desplegaron una gran intensidad, que terminó con el premio del gol de Ivanchu con el partido ya casi terminado.

Tras un primer cuarto de hora de tanteo, ambos conjuntos comenzaron a asentarse sobre el campo, aunque con más presencia por parte de los de Chuchi, que planteó un partido con dos delanteros puros como Cristian y Borja Navarro. De las botas de este último llegaría la primera ocasión en el 20, con un disparo que se estrelló contra la defensa en una gran contra de Jandrín.

El Llanes pudo abrir el marcador en el 23 con un disparo de Richi, que se fue alto. En la jugada siguiente, Davo, uno de los mejores del Caudal, lanzó cerca de la escuadra un balón tras una gran acción individual. El Caudal siguió dominando, pero sin mayores ocasiones.

Los mierenses abrieron la lata en el descuento de la primera mitad. Cristian se revolvió dentro del área y chutó con clase a la escuadra derecha de Gabri, que no pudo llegar pese a la estirada. No hubo tiempo para más, y al Llanes le caía un directo al mentón justo antes del paso por vestuarios.

Y a los dos minutos de la reanudación, otro mazazo. Cristian recibió el balón en el área tras una buena jugada colectiva, colgó el cuero, y Guille Pinín, el mejor ayer del Caudal, empalmaba desde el centro del área para fusilar a Gabri. El marcador reflejaba un 2-0 y el partido estaba encarrilado para los locales.

Pudieron sentenciar los mierenses a través de Cristian, que marró dos ocasiones clarísimas. La más estrepitosa fue en el 55, cuando recibió el balón de Borja Navarro, regateó al portero y, absolutamente solo y a un metro de la portería, eligió golpear bruscamente en vez de enviar el balón suavemente a la red. El resultado fue que el esférico se fue alto, con la grada cantando el gol y echándose las manos a la cabeza tras el fallo.

Los llaniscos, faltos de fuelle con el paso de los minutos, siguieron peleando igualmente, pese al dominio del Caudal. Al final, con el tiempo cumplido, lograron el 2-1 gracias a un testarazo de Ivanchu.