La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Hijo De Esther

El retiro de Marcelo

Menos mal que fichamos a Mendy. Digo menos mal porque en un partido como el de ayer en Pamplona con Marcelo en el lateral izquierdo nos hubiera supuesto una derrota casi segura. Usted, lector, se preguntará cómo puede ser que por solo un jugador un cronista que no tiene ni idea de fútbol pueda hacer tal afirmación. Sobre lo de que no tengo ni idea de fútbol tendría usted toda la razón, pero según el dicho "más sabe el diablo por viejo que por diablo", y han sido muchos años, y cuando digo muchos digo casi 15, sufriendo la pasividad y la falta de conceptos defensivos del lateral brasileño, que para mí ya ha entregado al Real Madrid y al fútbol lo mejor de su repertorio y que lleva año y medio deambulando por los campos sin saber si ataca, defiende o ninguna de las dos cosas.

Nos lo hemos tenido que comer en defensa porque su aportación en ataque era gloriosa. Eso ya es más un recuerdo que una realidad, pues como decían de Cristiano Ronaldo en su último año en Madrid "no se va de nadie" (qué equivocados estaban aquellos que hacían de menos al portugués). Puede que me equivoque haciendo de menos a Marcelo, pero doy gracias a Dios porque Mendy pisa la banda izquierda, y aunque en ataque sea menos que Marcelo, mi maltrecho corazón agradece partido tras partido que el brasileño no haga esas pifias propias del mal defensa que no le apetece defender.

Una vez que parece que Marcelo ya va camino del retiro, o al menos del retiro madridista, porque seguro que el nivel lo mantiene para equipos de segundo nivel, aún quedan un par de jugadores de los que no me fío ni un pelo por mucho que digan los que saben (recuerden que yo de fútbol ni pajolera idea). Bale es raro como un perro verde y no rinde lo que debería, aunque igual hay que hacer caso a su agente, que dice que no puede entrenar cinco días seguidos porque se lesiona. Lo que parece una "boutade" puede que sea razonable porque aún me acuerdo de la interminable hilera de lesiones de Robben. Fue irse al Bayern y dejar de ser de cristal, y todo gracias a Van Gaal, que entendió desde el primer momento que Arjen no podía jugar tres partidos seguidos porque se rompía. Con esa práctica, el zurdo holandés se transformó en el jugador más peligroso de Europa. Así que ahí lo dejo e incluso me sumo a la petición del agente del galés, aunque solo sea hasta que lo podamos vender el próximo verano. Otro que me saca de mis casillas es Isco. Soba demasiado el balón, pues para soltar la pelota debe darle siempre, pero siempre, siempre, siempre (como la canción) al menos tres toques y así el vértigo en el juego desaparece y el Madrid se hace horizontal y romo en ataque. Y eso que ayer marcó.

Por último, el VAR es un atraso para el fútbol. No tanto por la propia máquina, sino porque pone a dos árbitros en el partido y así todo es el doble de malo.

Compartir el artículo

stats