Las palabras y el tono con que las decía Javi Rodríguez fueron dos cosas muy diferentes en la rueda de prensa posterior a la derrota ante el Almansa. "Hay que seguir remando", "ahora jugamos dos partidos seguidos en casa" o "ahora tenemos un parón y hay que intentar involucrar a los dos fichajes lo antes posible" fueron algunas de las frases que el entrenador del Liberbank Oviedo pronunció pensando en el futuro, en arreglar las cosas y llevar al equipo a la salvación.

El tono era, sin embargo, de tristeza, como no podía ser de otra manera. Las palabras también fueron una constatación de que tenían "el partido controlado pero una serie de errores y algunas faltas de concentración en defensa" les han llevado al descanso con empate, de que "a partir de ahí empezó un partido nuevo, con alternancia en el marcador" y de que al final "el equipo desconectó". "Hemos empezado a jugar haciendo cada uno la guerra por su cuenta", decía un técnico que es consciente de que no son capaces de "tener la templanza y la madurez suficiente".