El Real Madrid conquistó en Málaga la vigésimo octava Copa del Rey de su historia y rompió una racha de dos ediciones consecutivas perdidas. Desde Vitoria 2017, los hombres de Pablo Laso, un entrenador que saboreó su sexto éxito en esta competición con los madridistas, no alcanzaban la gloria. El Barça lo había evitado en Las Palmas 2018 y Madrid 2019. Pero esta vez los blancos no fallaron. Liderados por un sobresaliente Facundo Campazzo, elegido MVP del torneo, superaron al Unicaja (68-95) en un Martín Carpena abarrotado.

Excelente defensa madridista

La defensa madridista marcó el primer cuarto. El Unicaja se quedó en solo 13 puntos, un bagaje muy pobre fuente a un rival de un potencial inagotable. Desde el inicio marcó diferencias el conjunto de Pablo Laso, que basado en la anotación de Carroll y Facundo Campazzo se fue hasta los nueve puntos de diferencia a 2:54 del final de este acto. Luis Casimiro ordenó tiempo muerto y situó en pista a Darío Brizuela para intentar frenar al base argentino, en estado de gracia en esta Copa del Rey. Pero Carroll sumó otro triple para alcanzar los 10 puntos y el Madrid creció hasta un 13-26. La peor noticia para el Unicaja no era ya el marcador, sino que Jaime Fernández, su mejor hombre en las semifinales, se fue al banco lesionado y ya no pudo jugar ni un minuto más en el resto del encuentro.

Brizuela lidera un 12-0

El Unicaja estaba tocado después de lograr de salida en el segundo cuarto un triple Rudy Fernández (13-32). La máxima renta llegó a ser de 21 puntos para los madridistas (14-35), pero entonces llegó el momento de Darío Brizuela. El exjugador del Estudiantes se echó al equipo local a las espaldas y lideró un parcial de 12-0 con 10 puntos suyos tras un 2+1 que puso el tanteo en 26-35. Una defensa en zona y el descanso obligado para Campazzo fueron las claves de esa reacción, pero Taylor, con un triple, y el regreso del argentino, que acabó la primera parte con 7 asistencias y 10 puntos, volvieron a abrir una brecha importante en el marcador para llegarse al descanso con 28-43.

Visto para sentencia

La maquinaria madridista volvió a rendir a un gran nivel en el tercer cuarto. Su defensa volvió a subir un peldaño para dejar en solo 14 puntos al conjunto local. El protagonista fue Jaycee Carroll, con 10 puntos, seis de ellos en el último minuto que puso la desventaja para los malaguistas en 28 puntos (40-68). La final estaba prácticamente finiquitada porque el Unicaja era incapaz de frenar a un Real Madrid donde Campazzo seguía repartiendo juego (cuatro asistencias en este período) y que con él en la pista su equipo tenía un +34. Pese a que las fuerzas estaban equilibradas en el rebote y que los locales lo intentaron con varios cambios defensivos, nada frenaba a un conjunto blanco que llegó al final de este período por delante con un 42-68.

La Copa de Campazzo

La Copa de Málaga pasará a la historia por sus espectaculares cuartos de final y por las actuaciones de Campazzo. A 2:59 el argentino, con 57-87 en el marcador, se fue al banquillo. Todos los aficionados, dio igual el color de sus camisetas, se pusieron en pie para aclamar al argentino. Frente al Unicaja el partido se jugó a su ritmo, ofensivo y defensivo. Recital de baloncesto del internacional argentino, convertido en ídolo de las nuevas y viejas generaciones. Los malagueños no quisieron perderle la cara al partido, pero no pudieron hacer nada porque encima se sumó al festival desde el tiro exterior Taylor.