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Fútbol

Y ahora, el "Barçagate"

La continuidad de Bartomeu al frente del club culé se complica por los problemas deportivos y los tejemanejes institucionales

braithwaite, 18 millones para 6 meses. REUTERS

La recta final del mandato de Josep Mari Bartomeu al frente del Barcelona va camino de convertirse en uno de los episodios más tétricos de la leyenda negra del barcelonismo. A falta de un año y varios meses para que los socios culés voten al sustituto de Bartomeu -ha llegado al máximo (2) de mandatos- cada día que pasa es una losa sobre los hombros del todavía presidente. El frente que pide un adelanto electoral no deja de crecer ayudado por los asuntos deportivos y extradeportivos que vienen salpicando a la entidad desde que arrancó el año.

El último, el ya bautizado como "Barçagate", un tema turbio en el que se acusa a Txemari Bartomeu de (supuestamente) haber pagado a una empresa un millón de euros para limpiar su imagen en las redes y, de paso, hacer campañas contra candidatos a la presidencia, contra jugadores, técnicos y exfutbolistas míticos para el barcelonismo como Messi, Xavi o Guardiola. Casi nada. Esto ha llevado a Bartomeu a tener que salir a dar la cara y a tratar de escurrir el bulto. Ayer, en la presentación de Braithwaite, último fichaje del Barça, perfil bajo sobre el tema: "Estamos trabajando internamente sobre ello y cuando haya algo a decir nuevo...." ya convocará una rueda de prensa. Pero para muchos miembros de su junta directa -bastante mermada en los últimos tiempos por dimisiones de pesos pesados- no es suficiente. Hay quien pide adelanto electoral o, por lo menos, cabezas. Los punteros láser de las miras teslescópicas apuntan sobre un único objetivo: Jaume Masferrer, director del área de presidencia, el último gran consigliere de Bartomeu. Habrá que ver si por seguir en la carrera hacia no se sabe dónde el presidente se suma a la petición de sangre o resiste a su manera. Luego está la vertiente pecuniaria de la operación de blanquear la imagen propia y ensuciar (supuestamente) la de sus "enemigos" íntimos. Y es que el millón de euros que habría abonado a la empresa del "Barçagate" se fraccionó en pagos de 198.000 euros para que los contratos no fueran fiscalizados por la junta. Ya han sido varios expertos los que afirman que el precio por los servicios prestados es desmesurado, aunque la firma implicada asegura que eran pagos anuales ya que viene colaborando desde hace tiempo con el Barça.

Aún así, el tic, tac, tic, tac de la hora final de Bartomeu parece que suena cada vez más fuerte. Así que el destino del presidente está ligado más que nunca a lo que ocurra en la parcela deportiva. Y ahí, pintan bastos. De mano, a Bartomeu le quedan pocos mártires a los que empujar a la hoguera. Cepillado Valverde, Abidal es un cadáver con cargo después de haber enfadado a Messi tras culpar a los jugadores del despido del técnico en una entrevista al "Sport", diario del mismo grupo editorial que LA NUEVA ESPAÑA.

Tampoco el vestuario, es decir Messi, cree que este año sea de títulos. "Hoy no nos alcanza para ganar la Champions", dijo el "Diez", asumiendo que con el ERE aplicado por el Barça este invierno y el fichaje de Braithwaite (18 millones para seis meses, aunque contrato hasta 2024 y una cláusula antijeques de 300 millones) no da para mucho. Y encima, Bartomeu cada vez tiene menos fuerza ante los quintacolumnistas del vestuario que, como Piqué, funcionan a su aire y por sus propios intereses. Aunque esto ya es otra historia.

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