Una genialidad de Nikola Mirotic sobre la bocina dio al Barça su séptima victoria consecutiva en la Euroliga, esta vez en la cancha del CSKA de Moscú (80-82), donde no ganaba desde hacía más de siete años. En un partido repleto de alternativas, Mirotic emergió una vez más como el jugador determinante (23 puntos, 8 rebotes y 33 de valoración) para que los azulgranas lograran su vigésimo triunfo en la competición.