Javi Rodríguez se levantó ayer con la noticia de que Matti Nuutinen, uno de los jugadores en los que tiene más confianza de la plantilla, no iba a poder jugar al estar con paperas. Un inicio de jornada extraño, un mal presagio, que acabó con una nueva derrota de su equipo, que está cada vez más cerca del abismo del descenso a LEB Plata. "De repente, Matti con paperas", comentaba ayer en la rueda de prensa posterior a perder con el TAU Castelló, El gallego no quiere que sea una excusa, pero qué duda cabe que algo así no es un buen presagio.

A Rodríguez no le queda más remedio que reconoce que su equipo es "frágil", que acusa los golpes en demasía: "En el momento que parece que sacamos la cabeza, ellos nos hacen un parcial, y ahí dejamos de jugar, nos descolocamos, empezamos a hacer tiros malos, hubo momentos del partidos en los que perdimos el norte; somos un equipo frágil en algunas ocasiones", añadía.

Lo que no va a hacer el entrenador del Liberbank Oviedo es tirar la toalla y plantea ya el partido del sábado como "una nueva oportunidad", en la que pide al público que les siga apoyando: "Lo único que pedimos es que la gente esté como hoy (por ayer), porque necesitamos de todos; quedan once partidos, queda mucho, estamos a dos partidos de salir de descenso, hay tiempo de sobra, pero cada vez queda menos y tenemos que empezar a ganar partidos importantes, como era el de hoy (por ayer), en casa".

En cuanto a la actuación de los tres colegiados, el entrenador del equipo no quiso entrar a valorar si benefició a alguno de los dos equipos, pero sí que juzgó lo que le había parecido: "Solo puedo decir que no me ha gustado el arbitraje, no digo que fuera a favor ni en contra; solo que no me ha gustado". En ese sentido, también reconoció que hubo momentos en los que su equipo perdió algo los nervios: "En el fondo somos humanos y reaccionamos ante lo que nosotros creemos que pueden ser injusticias. ¿Qué es la manera de actuar? Obviamente no y no es un ejemplo el que hemos dado hoy (por ayer) como equipo, es algo de lo cual no nos sentimos orgullosos". El sábado (18.30 horas) ante el Leyma Coruña, un necesitado Oviedo Baloncesto regresa a Pumarín.