El Unión Popular de Langreo logró ayer una victoria muy sufrida (1-0) en un partido en el que jugó contra diez desde el minuto ocho y en el que terminó pidiendo la hora. Una victoria frente a Las Rozas, un rival directo en la lucha por la permanencia, que le permite situarse en la duodécima posición de la tabla, con 35 puntos, tres por encima del descenso. El equipo langreano acumula nueve jornada seguidas en casa sin perder. Solo habían transcurrido ocho minutos cuando Las Rozas se quedó en inferioridad numérica. El portero, Yelko, fue expulsado con roja directa por el árbitro al despejar con la mano fuera del área un balón al que llegaba Marc Nierga solo.
El otro cancerbero del equipo, Ismael, saltó al campo por Samuel y escasos segundos después sacó con las manos un lanzamiento de Davo. Tras esta jugada se sucedieron otros dos córners favorables al equipo langreano con una destacada intervención del portero visitante.
Pero el equipo madrileño supo resistir y suplir la falta de un compañero. Siguió buscando la meta de Adrián Torre y creando problemas al equipo que dirige Dani Mori. El conjunto local gozó en el minuto 24 de una clara ocasión de Davo, que se quedó solo ante el portero pero el tiro se fue fuera. Un minuto después sería Nierga el que lo intentaría. También Allyson cabeceó un balón antes de cumplirse la primera media hora del encuentro, que se estrelló en el travesaño de la portería. El gol del Langreo, protestado por los jugadores de Las Rozas que pedían fuera de juego, llegó en el minuto 50 y su autor fue Davo. Fue tras un córner botado por Mateo, que cabeceó en primera instancia Alain y después Davo para introducir el balón en la portería.
Las Rozas se lanzó a por el empate y el Langreo, que contó con alguna ocasión más, se centró en contener los ataques del conjunto madrileño. Los aficionados de Ganzábal respiraron aliviados con el pitido final, tras una falta cerca del área local sacada por Las Rozas.
